Los trabajadores de Navantia en los centros de la Bahía de Cádiz, y especialmente en Puerto Real, vuelven a venirse de vacío tras los tres días de reuniones en Madrid para seguir la negociación del Plan Industrial 2018-2022 de la compañía.
Tres días que han estado marcados por varios asuntos. Primero, el desmarque por parte de la Federación en Cádiz de UGT, que llamó a movilizaciones el pasado martes, llegando a convocar a más de mil trabajadores de la factoría e industria auxiliar, que cortaron el Puente Carranza durante varias horas para pedir carga de trabajo en los astilleros, principalmente en el de La Villa. Por otro lado, las declaraciones de la Presidenta de Navantia, Susana Sarriá, que hablaba de que dicho Plan Industrial 2018-202 será aprobado «a la mayor brevedad», con el objetivo de «comenzar el año 2019 con la nueva Navantia».
Ambos hechos han elevado la tensión en las reuniones que los representantes de los trabajadores y Navantia han mantenido en Madrid hasta este jueves, y por el cual han emitido un comunicado conjunto en todos los centros a nivel nacional para hablar de la situación.
Durante los tres días de encuentros, los Sindicatos han tenido que lidiar con el proceso de negociación del Convenio Único de Navantia, valorando «sobre el incremento salarial, complemento vitalicio, asimilaciones y rejuvenecimiento de plantilla». Algo de lo que ya salieron sin un acuerdo la pasada semana. Desde la Representación Sindical en la mesa de negociación se consideró que la propuesta por parte presentada por la Dirección de Navantia la pasada semana suponía «duros recortes para los intereses y derechos de los trabajadores, considerando que es inútil, mientras que no se avance y acerquen propuestas en cuanto a la recuperación del poder adquisitivo, complemento vitalicio, asimilaciones y entradas y salidas anticipadas».
Una propuesta que viene a reivindicar lo que los trabajadores de Navantia perdieron allá por el año 2009, cuando sus contratos se congelaron. La réplica a los trabajadores, según el comunicado enviado por parte de las distintas secciones sindicales, señala que, tras un receso en la reunión, el Director de Recursos Humanos de Navantia, que ha trascendido que estaba sensiblemente molesto con los medios de comunicación por adelantar información sobre los planes de la empresa, transmitió a los representante de los trabajadores su «decepción en cuanto a la valoración anterior» por parte de los mismos, alegando que «debido a la situación económica de Navantia, no se puede tener un punto de vista cortoplacista de la situación».
Asimismo, el comunicado resalta que la Dirección insiste en que «la negociación no se puede basar en que Navantia se tiene que acercar a la propuesta de la Representación Sindical, sino que se tiene que ver la situación como conjunto y buscar puntos de equilibrio», antes de pedir un «dialogo entre dos, sin imposición de posturas», apelando posteriormente a la «responsabilidad» para llegar a un acuerdo con los trabajadores.
La réplica fue clara por parte de los representantes de los trabajadores de la naviera de la SEPI, dado que plantearon que, con respecto al incremento salarial, «la dirección no se puede solo ceñir a los Presupuestos Generales del Estado puesto que no nos parece esfuerzo suficiente y, con respecto a las salidas anticipadas y el rejuvenecimiento de la plantilla, la entrada de jóvenes es fundamental en los centros de trabajo y, sobre el empleo, en los territorios donde están ubicadas».
De momento, los Sindicatos de Navantia califican el resultado global de las negociaciones de «insuficientes y con posturas muy alejadas», y para los próximos 14 y 15 de Noviembre volverán a reunirse en Madrid.
Para este martes, el Astillero de Puerto Real tiene prevista una Asamblea General de los trabajadores para valorar los siguientes pasos a dar, puesto que el Astillero de Puerto Real volvió a ser poco mencionado más allá de las palabras por parte de la Presidenta de Navantia en la Comisión del Congreso.