El juicio contra el operario de Navantia Puerto Real acusado de provocar altercados el 19 de marzo de 2012, durante el bicentenario de la Constitución, ha quedado visto para sentencia y el fiscal ha reducido levemente la petición de cárcel de cuatro a tres años y nueve meses de prisión.
Según ha explicado Antonio Noria, presidente del comité del astillero de Puerto Real, durante el juicio el trabajador, de 60 años, ha negado que participara de esos altercados, ya que en todo momento, aunque asistió aquel día a la asamblea, permaneció en el interior de la factoría, algo que han corroborado tres testigos, una limpiadora y dos compañeros.
Sin embargo, los agentes de los cuerpos de seguridad que han acudido como testigos sí han mantenido que se trataba del acusado y han mostrado fotografías tomadas en el momento, en el que se le podía ver portando una carretilla, aunque el operario ha insistido en negar que se tratara de él, entre otras cosas, porque carece de permiso para llevar un transporte de estas características.
Noria, de CCOO, cree que este juicio es un «intento de amedrentar» la lucha sindical en los astilleros y mantiene que, a pesar de que hay fijadas más vistas similares en los próximos días por similares altercados, mantendrán las movilizaciones en la calle porque este método de presión «ha permitido que ahora haya carga de trabajo».
El fiscal mantiene sus peticiones de cárcel por daños y desorden público con una atenuante de tres meses al estimar el rápido pago de la multa de 8.700 euros, que se sufragó con una colecta entre los compañeros del astilleros, con lo que la petición de pena inicial se queda en tres años y nueve meses.
Los incidentes se produjeron mientras se celebraba, con la presencia del Rey, el bicentenario de la Constitución de 1812 en la capital gaditana.
Los manifestantes, que en ese momento denunciaban la falta de encargos, salieron a la calle, quemaron algunos neumáticos y provocaron destrozos en el puente José León de Carranza, que dejaron retenciones kilométricas durante algunas horas, valorados en unos 5.000 euros.
Durante la mañana de hoy la actividad del astillero de Puerto Real ha quedado parada como señal de solidaridad del resto de la plantilla con su compañero.El juicio contra el operario de Navantia Puerto Real acusado de provocar altercados el 19 de marzo de 2012, durante el bicentenario de la Constitución, ha quedado visto para sentencia y el fiscal ha reducido levemente la petición de cárcel de cuatro a tres años y nueve meses de prisión.
Según ha explicado Antonio Noria, presidente del comité del astillero de Puerto Real, durante el juicio el trabajador, de 60 años, ha negado que participara de esos altercados, ya que en todo momento, aunque asistió aquel día a la asamblea, permaneció en el interior de la factoría, algo que han corroborado tres testigos, una limpiadora y dos compañeros.
Sin embargo, los agentes de los cuerpos de seguridad que han acudido como testigos sí han mantenido que se trataba del acusado y han mostrado fotografías tomadas en el momento, en el que se le podía ver portando una carretilla, aunque el operario ha insistido en negar que se tratara de él, entre otras cosas, porque carece de permiso para llevar un transporte de estas características.
Noria, de CCOO, cree que este juicio es un «intento de amedrentar» la lucha sindical en los astilleros y mantiene que, a pesar de que hay fijadas más vistas similares en los próximos días por similares altercados, mantendrán las movilizaciones en la calle porque este método de presión «ha permitido que ahora haya carga de trabajo».
El fiscal mantiene sus peticiones de cárcel por daños y desorden público con una atenuante de tres meses al estimar el rápido pago de la multa de 8.700 euros, que se sufragó con una colecta entre los compañeros del astilleros, con lo que la petición de pena inicial se queda en tres años y nueve meses.
Los incidentes se produjeron mientras se celebraba, con la presencia del Rey, el bicentenario de la Constitución de 1812 en la capital gaditana.
Los manifestantes, que en ese momento denunciaban la falta de encargos, salieron a la calle, quemaron algunos neumáticos y provocaron destrozos en el puente José León de Carranza, que dejaron retenciones kilométricas durante algunas horas, valorados en unos 5.000 euros.
Durante la mañana de hoy la actividad del astillero de Puerto Real ha quedado parada como señal de solidaridad del resto de la plantilla con su compañero.El juicio contra el operario de Navantia Puerto Real acusado de provocar altercados el 19 de marzo de 2012, durante el bicentenario de la Constitución, ha quedado visto para sentencia y el fiscal ha reducido levemente la petición de cárcel de cuatro a tres años y nueve meses de prisión.
Según ha explicado Antonio Noria, presidente del comité del astillero de Puerto Real, durante el juicio el trabajador, de 60 años, ha negado que participara de esos altercados, ya que en todo momento, aunque asistió aquel día a la asamblea, permaneció en el interior de la factoría, algo que han corroborado tres testigos, una limpiadora y dos compañeros.
Sin embargo, los agentes de los cuerpos de seguridad que han acudido como testigos sí han mantenido que se trataba del acusado y han mostrado fotografías tomadas en el momento, en el que se le podía ver portando una carretilla, aunque el operario ha insistido en negar que se tratara de él, entre otras cosas, porque carece de permiso para llevar un transporte de estas características.
Noria, de CCOO, cree que este juicio es un «intento de amedrentar» la lucha sindical en los astilleros y mantiene que, a pesar de que hay fijadas más vistas similares en los próximos días por similares altercados, mantendrán las movilizaciones en la calle porque este método de presión «ha permitido que ahora haya carga de trabajo».
El fiscal mantiene sus peticiones de cárcel por daños y desorden público con una atenuante de tres meses al estimar el rápido pago de la multa de 8.700 euros, que se sufragó con una colecta entre los compañeros del astilleros, con lo que la petición de pena inicial se queda en tres años y nueve meses.
Los incidentes se produjeron mientras se celebraba, con la presencia del Rey, el bicentenario de la Constitución de 1812 en la capital gaditana.
Los manifestantes, que en ese momento denunciaban la falta de encargos, salieron a la calle, quemaron algunos neumáticos y provocaron destrozos en el puente José León de Carranza, que dejaron retenciones kilométricas durante algunas horas, valorados en unos 5.000 euros.
Durante la mañana de este miércoles la actividad del astillero de Puerto Real ha quedado parada como señal de solidaridad del resto de la plantilla con su compañero.
FUENTE: EFE