Coincidirán conmigo que el deporte es uno de los mayores agentes mobilizadores y sociales que existen. Aquí no solo influyen los innumerables beneficios para la salud sino también aquellos relacionados con la convivencia.
Escucharán a muchos de nuestros mayores por las calles de Puerto Real decir aquello de «el Pabellón Municipal quitó a mucha gente de la calle». Y están en lo cierto, el deporte hace que las personas socialicen y estén alejados de otras prácticas que, para su vida, pueden tener un detonante fundamental en su devenir.
Sin embargo, asistimos con estupor en los últimos lustros a cómo el deporte en Puerto Real ha ido cayendo en el ostracismo. Cada vez menos eventos de carácter provincial, autonómico o nacional -que atrae al llamado turismo deportivo-, y ya, por si fuera poco, la falta y mal mantenimiento de instalaciones que hace que el deporte ya no sea la prioridad para nuestros gobernantes.
Leo cómo la Confluencia de Izquierdas y Adelante Andalucía votan en contra de unas ayudas para deportistas de nuestra localidad en el pasado Pleno. Bien podrían haber puesto alguna enmienda en el punto, o simplemente votar a favor para desarrollarlo cuando fuera posible presupuestariamente. Pero pensar en eso parece ser demasiado para algunos y algunas.
Seguramente, en Suecia estas ayudas no existan o no interese importarlas como otras cosas. Para la Concejala de Deportes seguramente sea mejor destinar el dinero a campañas para gatos, vaya a ser que sea más saludable para la salud de los ciudadanos -lo de los intereses personales lo dejamos para otro día-.