La Delegación de Fiestas, tras varias semanas de conversaciones con los sectores directamente implicados en la celebración de la Feria de Puerto Real, ha comunicado la decisión definitiva del Gobierno municipal de suspender la fiesta más importante de la localidad en base a tres criterios fundamentales: “prudencia, seguridad y responsabilidad con la ciudadanía”. Según explica el concejal de Fiestas, Alfredo Fernández, “se trata de una decisión meditada y consensuada, pero a la vez muy difícil al tener que suspender por primera vez una edición de nuestra Feria”.
En primer lugar, el Ayuntamiento argumenta la necesidad de seguir planificando la gestión con la máxima prudencia y seguridad desde el punto de vista sanitario “ya que no debemos precipitarnos ante la organización de un evento como la Feria sin conocer aún ninguna de las restricciones que vendrán marcadas por las autoridades sanitarias una vez vaya volviendo todo a la normalidad con la desescalada que se pretenda llevar a cabo, por tanto, ante dicha incertidumbre, es lo más acertado”. Además, el planteamiento de septiembre como fecha alternativa se presumía complicado de cara a garantizar los suministros y servicios que se requieren para la preparación del Recinto Ferial, que precisa de aproximadamente dos meses de antelación, debido a la más que probable coincidencia con otras ferias de nuestro alrededor, así como las atracciones que “se nos trasladaba por parte de los feriantes la dificultad de poder acudir dada las circunstancias de tener que asistir a otros municipios ya comprometidos”.
Por otro lado, el edil de Fiestas plantea la situación económica de las familias y empresas como “la clave fundamental en la que se ha basado nuestra decisión ya que, aunque sabemos las ganas de la ciudadanía de poder retomar las costumbres diarias en las calles, ahora lo más importante es la salud y el bienestar de todas las vecinas y vecinos de Puerto Real y es nuestra responsabilidad velar por ello siempre, pero ante esta crisis sanitaria ahora más que nunca”, por eso Fernández recuerda que “con el golpe laboral que se está ya notando, los bolsillos de los puertorrealeños no van a estar preparados para el gasto que supone una Feria y pensamos que puede perjudicar muy seriamente a nuestros caseteros, que también realizan una inversión importante para que luego tengamos que lamentar las pérdidas y haber tenido una edición muy debilitada de la Feria”, todo ello sin contar con la sobrecarga económica que supone el inicio del curso escolar o los eventos que ya de por sí se pretenden programar para septiembre como es el ejemplo de las comuniones, bautizos y demás citas de carácter privado.
Así, el Gobierno municipal muestra como prioridad la reactivación de la actividad comercial como línea fundamental para ir despertando la economía local después del parón derivado de la crisis sanitaria por lo que, en función de las restricciones que se marquen desde el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, la Delegación de Fiestas ya estudia varias alternativas de cara al verano para revertir la situación actual y generar actividades atractivas para dar un impulso al comercio local, que sin duda alguna juega un papel fundamental, esperando así “una recuperación progresiva y segura de la actividad municipal en las calles durante el próximo verano”.
Con respecto al festivo local, inicialmente aprobado en la sesión del Pleno Extraordinario del Ayuntamiento correspondiente al mes de julio del 2019 para el 8 de junio de 2020 como lunes de feria, se trabaja ahora en articular el procedimiento administrativo para solicitar a la Junta de Andalucía la anulación de dicho festivo con el objetivo de que posteriormente se pueda elegir de forma consensuada un día que no interfiera con el calendario escolar o, en el caso de coincidir con la temporada estival, que beneficie a alguna cita de ocio importante dentro del programa de verano alargando, por ejemplo, un fin de semana y que sea autorizado nuevamente por la administración autonómica tras su debida aprobación plenaria.
Paralelamente, el concejal de Fiestas ha comunicado también la suspensión de las tradicionales cruces de mayo siendo inviable su celebración vista la cercanía de la fecha y con el Estado de Alarma actualmente en vigor, pendiente además de las posibles prórrogas que se propongan.
Por último, la alcaldesa Elena Amaya ha querido enviar nuevamente un mensaje de ánimo a la ciudadanía puertorrealeña y el agradecimiento de toda la Corporación Municipal por el ejemplo que está mostrando la localidad con el cumplimiento del confinamiento decretado ante la crisis sanitaria que vivimos en estos momentos difíciles, “seguro que muy pronto podremos disfrutar de nuestras calles y recuperaremos la normalidad tras el esfuerzo titánico que están haciendo las vecinas y vecinos de Puerto Real”.
FUENTE: Ayto. de Puerto Real