Uno de los espacios con más carga de identidad (entendida como continuidad histórica diacrónica, como una posible continuidad del poblamiento en dicho entorno a lo largo del tiempo) en el actual término municipal de Puerto Real puede ser, sin lugar a dudas el Barrio de Jarana, cuyos orígenes como zona poblada pueden remontarse hasta la Antigüedad. Así, y como hemos señalado en no pocas ocasiones (véase la Bibliografía que presentamos al final de este texto), a favor de una más que posible relación existente entre la marca latina “sacranense” (que se recoge en el CIL XV, 4451, esto es, en el volumen XV del Corpus Inscriptionum Latinarum, con el número 4451) y el pago (o fundo) romano de Sacrana con el actual núcleo pedáneo (perteneciente al término municipal de Puerto Real y en el cual se localizan yacimientos arqueológicos del “tiempo de los romanos”, como el Pinar de Villanueva) del Barrio de Jarana se pronuncia a mediados del siglo pasado el arqueólogo e historiador César Pemán Pemartín en un artículo titulado “Alfares y embarcaderos romanos en la provincia de Cádiz”, y publicado en el número trigésimo segundo del Anuario Español de Arqueología, aparecido en el ya muy lejano año 1959.
Relativamente poco es lo que se ha publicado hasta el momento actual de manera específica acerca de la posible organización y división del territorio de la campiña portorrealeña en época medieval (sea musulmana que cristiana); a este respecto, y centrándonos en la bibliografía existente, podemos citar los igualmente clásicos (como el artículo de Pemán Pemartín antes apuntado) «Apuntes Históricos» de J. Moreno de Guerra (los cuales aparecieron originalmente en la Guía de Puerto Real de 1914, de la que fuera responsable Rafael de Cózar y Vargas-Zúñiga, la cual Guía viera la luz en Puerto Real en el año al que corresponde el volumen, 1914, y que desde entonces hasta hoy se han convertido en una referencia más o menos obligada para quienes han/hemos querido aproximarnos al pasado de nuestra localidad); en estos «Apuntes…» se señala la existencia en tierras de Puerto Real (antes de la Fundación de la Real Villa como tal por los Reyes Católicos) de diversas «alcarrias» o alquerías árabes (núcleos poblacionales medievales de escasa entidad y pertenecientes a época musulmana, podríamos decir, aunque no sabemos con certeza si en algún caso podría tratarse incluso de entidades preislámicas, que remontaran sus cronología a épocas anteriores a la presencia musulmana en la Península Ibérica, y pudieran relacionarse quizá con el poblamiento hispanorromano en campiña) que habrían podido sobrevivir (al menos un tiempo) a la conquista castellana. Al hilo de esta argumentación no debemos pasar por alto que otro núcleo de parecida entidad, otra alcarria o alquería de este tipo y naturaleza, la que se llamara «Alcanatif» o «Alcanatir» o “Alcanate”, igualmente localizada en el seno de la Bahía pero ya fuera del que hoy es nuestro término municipal, acabaría por dar origen a la moderna y vecina localidad de El Puerto de Santa María, tras su conquista por el rey castellano D. Alfonso X el Sabio en la segunda mitad del siglo XIII.
Estos pequeños núcleos poblacionales habrían podido ser repartidos a pobladores cristianos tras la Reconquista, como sucediera con la relativamente más afortunada (por su evoución y crecimiento posterior hasta convertirse en la ciudad de El Puerto de Santa María) “Alcanate”; entre estos primitivos núcleos portorrealeños (siempre según el citado Moreno de Guerra) se habrían contado algunos tales como los encuadrados bajo las denominaciones de «Campix», «Grañina», «Finogera», «Fontanina», «Poblanina», «Rayhane»[1] (algo que habría de quedar sujeto a revisión posterior: la adscripción portorrealeña del conjunto de estos pequeños núcleos poblacionales medievales no sería [de hecho no lo es] hoy en día algo tan claro ni tan definitivo como en su día sostuvo Moreno de Guerra).
Vemos, pues, cómo la presencia romana en Puerto Real, su moderno término municipal (y sus entornos) ha venido a dejar como testimonio de su existencia (junto a los yacimientos arqueológicos que mencionábamos al principio –y de los que hemos hablado en lugares precedentes) el ejemplo de una toponimia evocadora (como puede suceder, por ejemplo, en casos como el de la finca llamada de “Los Arquillos”, clara referencia al acueducto romano de Cádiz) o incluso de una la nomenclatura superviviente al paso de los muchos siglos transcurridos desde la Antigüedad. Esta nomenclatura, esa toponimia, como cabría esperar, ha sentido el paso del tiempo, adaptándose como era de esperar a la evolución del lenguaje, a las influencias exógenas sobre el mismo, a los cambios en el vocabulario y hasta en la entonación, la pronunciación (la fonética), de quienes han pasado por (y estado en) estas tierras; de este modo se puede seguir la pista a una misma denominación original por entre diversas lenguas, descendiendo (o ascendiendo, según se mire) así los peldaños de la escalera de la Historia.
En concreto queremos centrar nuestra atención de forma específica en la relación existente entre la toponimia romana y el moderno Barrio de Jarana, entidad poblacional portorrealeña que muy probablemente pudiera ser heredera directa de alguno/s de los vici o pagi (núcleos de población en el campo, aldeas, en un sentido más contemporáneo de los términos en castellano) romanos que debieron salpicar nuestro término (y los aledaños). En este sentido, avanzábamos en los párrafos que han precedido a éste la relación que entre “Jarana” (el moderno Barrio de Jarana) y “Sacrana” señala ya a mediados del siglo pasado el historiador y arqueólogo gaditano César Pemán Pemartín (vid. supra).
Un posible paralelo con el caso de que aquí presentamos lo hallaremos en la relativamente cercana localidad de Sanlúcar de Barrameda; allí se encontró el documento epigráfico aéneo[2] conocido como “Bronce de Bonanza”, hallado precisamente en la zona de Bonanza, un puerto natural en el primer recodo del río Guadalquivir que entonces como ahora (pese a las diferencias en el paisaje) pudo muy bien servir para el resguardo de las embarcaciones y que aunaba lo marítimo con lo fluvial y con lo interior, con unas explotaciones agrícolas que pudieron existir en época romana como lo hacen hoy día. Se trata de una inscripción sobre una tablilla de bronce (i.e., un epígrafe aéneo o bronce epigráfico) que -por lo que toca a su cronología- podría muy posiblemente datar de los primeros momentos del Imperio romano, de época de Augusto (esto es, del tercio final del siglo I a.C. y los principios del siglo I d.C.)[3]; en la referida tablilla se nos dé un …fundus Baianus, qui est in agro qui Veneriensis vocatur, pago Olbensi… (lo que es decir, de la «finca Baiana [o “de Baiano”], que está en el campo que se denomina de Venus, en el pago Olbense»).
Siguiendo con atención y detenimiento el texto del epígrafe en cuestión encontraremos aquí la denominación de una de esas explotaciones agrícolas a las que nos hemos venido refiriendo (el tal «fundo Baiano»), la ubicación de la misma en un campo determinado (i.e., el «campo de Venus»), todo ello adscrito a una unidad superior -poblacional- concreta (el «pago Olbense»), y todo ello enmarcado en la antigua campiña de la actual Sanlúcar de Barrameda, junto a la rica desembocadura del río Baetis, la principal arteria de comunicación de la Hispania romana y una de las más significativas de la Romanidad occidental.
Volviendo al caso portorrealeño, aquí los términos «Sacrana» y «sacranensis» podrían quizá hacer referencia a una de esas tres unidades mencionadas, esto es, el «fundo», el «campo» y el «pago» («fundus», «agro» y «pagus»), pudiendo éstos referirse especialmente a la primera y/o la última de las propuestas, de modo que podríamos ver en las citadas «Sacrana» y «sacranensis» la mención de una finca concreta (un «fundo», con su correspondiente “villa” o conjunto de las mismas, y sus instalaciones dependendientes) o bien, incluso, una aldea romana presente en el que hoy estamos acostumbrados a conocer y contemplar como el término municipal portorrealeño (un «pago» o «vicus»). En las inmediaciones de este pago de “Sacrana” (Jarana) se han puesto de manifiesto las suficientes huellas del pasado romano (en forma de yacimientos arqueológicos como los del entorno del moderno Barrio de Jarana (como el Pinar de Villanueva o la así llamada “Villa Romana del Mosaico”), o los de la zona del Puente Melchor o Casines, distantes del anterior enclave sólo unos centenares de metros) como para que tal identificación (hecho al margen de la posible correspondencia y correlación existente entre Sacrana-Xarrana-Jarana) no represente en absoluto una hipótesis descabellada.
Entendemos que, con independencia de la ubicación del Portus Gaditanus o la statio ad portum (o ad pontem), enclaves casi envueltos en las brumas de la tradición (especialmente el primero) y que han venido “saltando” de un lugar a otro de la Bahía gaditana desde el siglo XIX hasta nuestros días, en el solar del Barrio de Jarana y sus aledaños pudo existir un núcleo poblacional romano, quizá una explotación fundiaria que pudiera beneficiarse de la compatibilidad en su entorno de campo y mar de cara a la obtención de máxima rentabilidad y a la explotación de los recursos naturales a su alcance.
Que dicha entidad poblacional pudo estar relacionada con las explotaciones de carácter industrial y habitacional del mismo entorno del actual Barrio de Jarana (el depósito anfórico del yacimiento del “Pinar de Villanueva”, por ejemplo, o la “Villa Romana del Mosaico del Barrio de Jarana”) y del muy cercano emplazamiento del área de “Puente Melchor” (cuyas cronologías se extienden hasta los siglos IV-V d.C.), y que igualmente pudo relacionarse con los cauces, canales y esteros navegables de la Bahía de Cádiz retratados (entre otros) por el griego Estrabón (geógrafo al servicio de Augusto que desarrolla su labor en la bisagra de las Eras) y a los que hemos dedicado diversos trabajos con anterioridad al presente, sirviéndose de los mismos como vías de interacción entre la campiña de la Bahía y el Atlántico y debiendo contar con instalaciones portuarias propias (como parecen indicar los últimos avances de la investigación), unas instalaciones en las que no hemos de pretender (necesaria o imponderablemente) encontrar paralelos con puertos de época moderna.
Entendemos asimismo que “Sacrana” pudo mantener una estrecha relación no sólo con Gades, sino con Asido, de cuya pertica (la pertica es el territorio de una ciudad romana; resulta un concepto equivalente, plus minus, al moderno concepto de “término municipal”) quizá dependiera (y no tanto así de la gaditana), de confiar en los últimos progresos de la investigación, que parecen reforzar el papel (incluso físico, territorial) que la referida Colonia Asido Caesarina habría podido desempeñar en la organización administrativa romana de las tierras de la Bahía gaditana. En este sentido, igualmente, consideramos que “Sacrana” pudo muy bien haber desempeñado el papel de puerto (portus) de la Asido romana en el espejo interior de la Bahía gaditana, un rol económico que se habría visto reforzado con la transferencia del papel hegemónico en la Bahía de Gades a Asido en época tardoimperial, un fenómeno parejo a la caída de las exportaciones desde la Bahía, al ascenso de las estructuras de producción agraria en este entorno y a la (de creer a Avieno en su Ora Maritima) decadencia física del viejo núcleo gaditano[4].
BIBLIOGRAFÍA[5]
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– «La Antigüedad en Puerto Real. Historia de los Estudios», trabajo presentado en el «I Ciclo de Conferencias sobre Puerto Real y su Término en la Antigüedad», recogido en las Actas de las VI Jornadas de Historia de Puerto Real. Cádiz, 1999, pp. 267-277.
– «Embarcaciones sutiles en el Litus Curense: barcas, botes y pateras en la costa portorrealeña hace dos mil años», trabajo presentado en el «II Ciclo de Conferencias sobre Puerto Real y su Término en la Antigüedad», y recogido en las Actas de las VII Jornadas de Historia de Puerto Real. Cádiz, 2000, pp. 159-170.
– «Algunas notas sobre el papel de lagos y lagunas costeras peninsulares como soportes para la navegación en época altoimperial», en SPAL (Revista de Arqueología de la Universidad de Sevilla), nº. 8, 1999. Sevilla 2000, pp. 207-216.
– “MEVII”, en Atti del «XIV Convegno Internazionale di studî sull ‘Africa Romana. Lo spazio marittimo del Mediterraneo occidentale: geografia storica de economia», Sassari (Cerdeña, Italia), diciembre de 2000. Roma, 2002, pp. 1507-1513.
– “Los MEVII. Una familia de productores, comerciantes y banqueros romanos en la Bética”, en Espacio y Tiempo (USE) nº. 18, 2004, pp. 163-175.
– “Notas sobre Producción y Comercio desde la Bahía de Cádiz en la transición de las Eras”, en Actas de los XVI Encuentros de Historia y Arqueología de San Fernando. Córdoba-San Fernando 2004, pp. 289-307.
– “Nuevas consideraciones sobre los MEVII: productores, comerciantes y banqueros en el territorium portorrealeño hace dos mil años”, en Actas de las XI Jornadas de Historia de Puerto Real. Puerto Real (Cádiz) 2005, pp. 111-124.
– “Sacrana”, en M.Je. Parodi Álvarez, Historia de bolsillo. 10 Sueltos sobre Puerto Real. Puerto Real 2006, pp. 35-58.
– “Embarcaciones mayores en el litvs cvrense”, en M.Je. Parodi Álvarez, Historia de bolsillo. 10 Sueltos sobre Puerto Real. Puerto Real 2006, pp. 59-82.
– “Sobre «pateras» romanas. Embarcaciones ligeras en un contexto meridional hispano y potencialidades de uso”, en Actas de las V Jornadas Internacionales de Arqueología Subacuática, “Comercio, redistribución y fondeaderos. La navegación a vela en el Mediterráneo”. Universidad Internacional de Gandía – Universidad de Valencia. Gandía, 2008, pp. 435-450.
– “El Horno Romano de ‘El Gallinero’ (Puerto Real, Cádiz), año Cero”, en Homenaje a Francisco Sibón Olano. UCA, Cádiz, 2010, pp. 585-607.
– [Álvarez Melero, A. y Parodi Álvarez, M.J.], “Notes sur une inscription de la Baie de Cadix; l’épitaphe d’Optata Erennia”, en Latomus vol. 71, 2012, tomo 2, Notes de lecture, 456, pp. 507-510.
– “La navegación interior ibérica según Pomponio Mela. Una visión económica de La Hispania romana desde el Fretum Gaditanum: ríos atlánticos peninsulares”, en Espacio y Tiempo, nº. 26, 2012, pp. 137-156.
Puerto Real Hoy. Serie “Historia de Puerto Real”
– “Sobre una familia de productores y negotiatores romanos en el territorio de Puerto Real, los MEVII FAVSTI (I)” (1357 palabras), 12.IX.2015.
– “Sobre una familia de productores y negotiatores romanos en el territorio de Puerto Real, los MEVII FAVSTI (II)” (2093 palabras), 19.IX.2015.
– “Sobre una familia de productores y negotiatores romanos en el territorio de Puerto Real, los MEVII FAVSTI (III)” (1473 palabras), 26.IX.2015.
– “Sobre una familia de productores y negotiatores romanos en el territorio de Puerto Real, los MEVII FAVSTI (IV)” (1524 palabras), 03.X.2015.
– “Sobre una familia de productores y negotiatores romanos en el territorio de Puerto Real, los MEVII FAVSTI (V)” (1146 palabras), 10.X.2015.
– “Roma en el Casco Histórico de Puerto Real (I)” (1326 palabras), 31.X.2015.
– “Roma en el Casco Histórico de Puerto Real (II)” (1778 palabras), 07.XI.2015.
– “Apuntes sobre una inscripción portorrealeña. El epígrafe de Optata Erennia” (4069 palabras), 21.XI.2015.
– “Presencia romana en Puerto Real. De nuevo en torno a Sacrana-Xarrana-Jarana” (2516 palabras), 05.XII.2015.
– “Sobre la interacción de los medios marítimo y terrestre y su papel en la economía de la Bahía de Cádiz en época romana altoimperial. Algunas notas” (I) (8078 palabras), 19.XII.2015.
– “Sobre la interacción de los medios marítimo y terrestre y su papel en la economía de la Bahía de Cádiz en época romana altoimperial. Algunas notas” (II) (5720 palabras), 26.XII.2015.
– “Barcas, botes y pateras en la costa portorrealeña hace dos mil años (I)” (5077 palabras), 30.I.2016.
– “Barcas, botes y pateras en la costa portorrealeña hace dos mil años (II)” (5726 palabras), 06.II.2016.
– “Presencia romana en el término municipal. Esteros, canales y caños (I)” (3365 palabras), 27.II.2016.
– “Presencia romana en el término municipal. Esteros, canales y caños (II)” (3342 palabras), 05.III.2016.
– “Presencia romana en el término municipal. Esteros, canales y caños (III)” (1514 palabras), 12.III.2016.
– “El Horno romano de El Gallinero (Puerto Real, Cádiz), año Cero (I)”, (2427 palabras), 18.VI.2016.
– “El Horno romano de El Gallinero (Puerto Real, Cádiz), año Cero (II)”, (2679 palabras), 25.VI.2016.
– “El Horno romano de El Gallinero (Puerto Real, Cádiz), año Cero (II)”, (4523 palabras), 02.VII.2016.
– “Fuentes clásicas sobre el territorio de Puerto Real. Algunas notas (II)”, (2550 palabras), 23.VII.2016.
REFERENCIAS:
[1] No queremos profundizar aquí en la posible naturaleza y la no menos hipotética ubicación de estas entidades poblacionales de reducidas proporciones, por trascender tal objeto de los fines y límites del trabajo que ahora nos ocupa. Baste por el momento señalar que la mayor parte de dichas aldeas han sido -posteriormente a las fechas en las que escribía Moreno de Guerra, a principios del siglo XX- identificadas y establecidas fuera de los límites de nuestro término municipal, quedando situadas en tierras vecinas al mismo, unas en El Puerto de Santa María, otras en Chiclana de la Frontera; de todos modos, y como señalamos en otros párrafos de este texto, la adscripción de alguna de estas alquerías o aldeas al moderno territorio de Puerto Real parece estar fuera de duda o discusión; entre estas aldeas medievales pertenecientes al actual término municipal portorrealeño ya en momentos prefundacionales se contaría la de Xarrana, y quizá también la de Rayhana.
[2] Del latín aes, bronce.
[3] Quizá de época de César; cfr. J. González, Bronces Jurídicos romanos de Andalucía. Sevilla 1990, pp. 201-204.
[4] Avieno, Ora Maritima, vv. 266-274. Es interesante en este sentido apuntar cómo frente a la hipotética decadencia física y económica de Gades, diversos puntos de la costa interior de la Bahía, caso de El Puerto de Santa María (el Portus Menesthei de las fuentes, donde la investigación parece inclinarse a la hora de asentar el portus Gaditanus o portus Balbus) comienzan en época bajoimperial un floruit refrendado por los yacimientos arqueológicos, que aumentan su número coincidiendo con estas cronologías tardías (sirva de muestra un botón, A.A.V.V., “Arqueología tardorromana y postmedieval en Ganado, 21”, en Revista de Historia de El Puerto, nº. 15, 1995, pp. 11-39); no renunciamos a mencionar aquí un artículo clásico sobre la posible situación y [las no menos posibles] características de la costa gaditana en el siglo IV d.C., especialmente centrado en el área del Estrecho: F.J. Presedo Velo, “La decadencia de Carteia”, en Habis 18-19, 1988-1989, pp. 445-458.
[5] En esta Bibliografía se recogen (sin pretensiones de exhaustividad) buena parte de los trabajos publicados por el autor en diferentes medios (artículos en actas de congresos, en revistas especializadas, capítulos de libros, así como los artículos divulgativos hasta el momento presente publicados igualmente por quien suscribe en la web “Puerto Real Hoy”) relativos a la Historia Antigua en el entorno del actual término municipal de Puerto Real, con especial atención a los específicamente relacionados con el mundo romano, entre los que se cuentan aquellos que tienen a Sacrana–Xarrana-Jarana como elemento argumental principal de sus contenidos.