Mussolinni en sus inicios como dictador era motivo de chanza y burla por sus aspavientos y mojigatas. En pocos años llevó a Italia a la ruina de la II Guerra Mundial. Fue un payaso peligroso. Parecía que era un ejemplo a no seguir, pero no.
Javier Milei mostraba en la campaña electoral argentina una aptitud exaltada con continúas payasadas dignas de una persona ‘hasta arriba’ de sustancias exitantes. Hoy Argentina es un país roto económica y socialmente. Otro payaso peligroso.
Donald Trump ha pasado en una década de ser un político populista y demasiado extrovertido a ser un personaje que baila ridículamente al ritmo de ‘la toalla’ en sus mítines, y que ahora plantea políticas colonialistas dignas de siglos pasados, poniendo en alerta a Dinamarca, Canadá y México, además de utilizar una metralleta de bulos cuantificadas en más de 30.000 mentiras desde 2021. Otro payaso peligroso.
Y aquí en España a Isabel Díaz Ayuso, una ex-falangista en su juventud, es la tonta útil que pasó de llevar las RRSS del perrito PECAS de Esperanza Aguirre a gobernar la Comunidad de Madrid con un discurso fantasioso, delirante y por momentos infantiles. Pero ahí está, más líder que nadie en el PP y siendo el/la política/o mejor valorada por los votantes de VOX, a pesar de los 7291 abuelos madrileños dejados morir sin asistencia médica en lo peor de la pandemia, asunto que la Justicia tendrá que depurar, pero que todo apunta a que los llamados ‘protocolos de la vergüenza’ acabarán con condenar a más de un responsable político madrileño, e incluso la nueva lideresa de extrema derecha podría ir «palante», como ahora gusta decir a los peperos. Otra payasa peligrosa.
Mientras tanto, y el año que se cumplen 50 de la muerte del genocida y corrupto Francisco Franco la democracia se resiente, crece el anhelo de un régimen totalitario y el periodo franquista está más idealizado que nunca, sobre todo en jóvenes varones. Todo un auténtico circo.