Se ha convertido en la empresa española de referencia en energía offshore, con una instalación ya en operación y varios proyectos en desarrollo. Este parque offshore, el más avanzado de la empresa en la actualidad, contará con una potencia de 350 megavatios y estará ubicado en aguas alemanas del mar báltico. Iberdrola ha adjudicado a Navantia la construcción de varios elementos clave de Wikinger en sus instalaciones de Puerto Real (Cádiz) y Fene (A Coruña).
Iberdrola ha presentado hoy en la sede de Navantia en Puerto Real (Cádiz) su proyecto para construir el parque eólico marino (offshore) de Wikinger, que se ubicará en aguas alemanas del mar Báltico.
La presentación ha sido realizada por los máximos responsables del proyecto: el director de Wikinger, Estanislao Rey-Baltar; el director de Operaciones de Wikinger, Álvaro Martínez Palacio; y el director de Negocio de Wikinger, Javier García. En ella se han mostrado los avances de este gran proyecto de energías renovables, que entra en su fase final y que es el más avanzado de Iberdrola en la actualidad en el sector offshore.
El parque, que requerirá una inversión de cerca de 1.400 millones de euros, se ubicará a unos 75 kilómetros de distancia de la costa alemana, donde la profundidad oscila entre 37 y 43 metros. Los 350 megavatios (MW) de Wikinger producirán, cuando entren en operación a mediados de 2017, suficiente energía como para cubrir las necesidades eléctricas de más de 350.000 hogares alemanes, evitando la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
El parque, ubicado en frente de la isla alemana de Rugen, va a ocupar un área de unos 34 kilómetros cuadrados, en los que la compañía tiene previsto instalar 70 aerogeneradores de 5 MW de la empresa Adwen, joint venture formada por Gamesa y la francesa Areva. Adwen realizará la fabricación de las palas en su factoría en Stade (Alemania) y el montaje de los rotores y nacelles en las instalaciones de Bremerhaven (Alemania).
Toda la base de operaciones del parque se ha acordado que se haga desde la terminal ‘Offshore Sur’ del puerto alemán de Sassnitz, en donde se ha habilitado un espacio de 100.000 metros cuadrados para realizar los trabajos.
Además, Wikinger va a contar con una gran subestación marina, que cuenta con un innovador diseño realizado por la filial de ingeniería y construcción del Grupo Iberdrola y cuya construcción de los principales elementos ha sido encargada a Navantia.
Encargo a Navantia
Iberdrola y Navantia firmaron a finales de 2014 un acuerdo, valorado en 160 millones de euros, mediante el cual se acordaba que la naviera fuera la encargada de desarrollar varios destacados trabajos dentro del proyecto de Wikinger, desde sus instalaciones de Puerto Real (Cádiz) y Fene (A Coruña).
Estos contratos, contemplaban la construcción, en los astilleros de Navantia en Puerto Real de la plataforma de la subestación marina de este parque y su posterior instalación por unos 70 millones de euros.
Esta gran subestación va a disponer de unas dimensiones de 60 metros de largo por 22 metros de ancho y estará formada por dos plataformas de más de 4.800 toneladas de peso. Estas infraestructuras irán situadas, a su vez, sobre un soporte anclado al fondo marino mediante seis pilotes, que tendrán más de 50 metros de altura y pesarán unas 2.400 toneladas.
La obra de Puerto Real se encuentra ya en su fase final, cumpliendo los plazos previstos y se prevé que el trasporte de la subestación se realice en barco hasta Alemania sobre el mes de marzo de 2016.
Además, el encargo a Navantia también incluyó la construcción en su astillero de Fene, en la Ría de Ferrol, de 29 estructuras de anclaje (jackets) que se instalarán en otros tantos aerogeneradores de Wikinger. Este contrato ascciende a 90 millones de euros.
Esta adjudicación se ha convertido en una de las mayores que Iberdrola ha realizado hasta la fecha a una empresa española en el sector de las energías renovables y ha permitido la entrada de Navantia en un mercado estratégico, como es el de la eólica offshore.
Para la puesta en marcha de este acuerdo se ha generado una importante carga de trabajo en ambos astilleros de Puerto Real y Fene, creándose unos 700 puestos de trabajo para la construcción de las infraestructuras.
Apuesta por la eólica marina
La puesta en marcha de Wikinger se enmarca en la firme apuesta de Iberdrola por la eólica marina, que se ha visto materializada en la puesta en marcha en 2014 de su primer parque offshore, también primero de una empresa española en el mundo, el de West of Duddon Sands, cuyos 389 MW ya suministran electricidad renovable a unos 280.000 hogares británicos.
Además, la compañía tiene en desarrollo otros proyectos, además de Wikinger, como East Anglia, en Reino Unido, y Saint Brieuc, en la costa francesa.
FUENTE: Iberdrola