Los propietarios de la Comunidad Plaza Madre Soledad-San Miguel ya no aguantan más. La situación de inseguridad, pintadas y coacciones por parte de pandillas han provocado que desde la barriada se lance un mensaje de ayuda para que la seguridad mejore en la misma.
No es fácil vivir en estos tiempos en la Plaza Madre Soledad-San Miguel. Y es que los hechos que vienen sufriendo los vecinos de los bloques de la barriada puertorrealeña, desde antes del año 2007, están haciendo la convivencia «prácticamente insostenible».
«Llegamos a sentirnos impotentes e inseguros con la situación actual. Situación que en los últimos tiempos viene, incluso, agravándose, llegando incluso a sentirnos coaccionados y amenazados por un grupo de personas, los cuales, aprovechando las infraestructuras de los edificios y la ausencia total de presencia policial, que no tienen acceso fácil a la barriada, vienen desempeñando su actividad delictiva de vandalismo sobre nuestros inmuebles y nuestros vehículos», señalan desde la Comunidad en un comunicado a Puerto Real Hoy.
«Los bajos de los Bloques de San Miguel Nº 2, 4, 6 y 8 se ha convertido en refugio de pandillas, concentrándose y haciendo el descanso y tranquilidad en la zona insoportable e insostenible, ya que genera gran malestar a la hora de dormir por las noches, y utilizan estos bajos y alrededores de la zona haciendo destrozos, pintadas en paredes, cogen naranjas de los árboles de la zona para hacer guerrillas de naranjas dejándolo todo perdido y lleno de suciedad, muchos vehículos han aparecidos con los techos abollados llenas de pisadas y huellas de zapatos», comentan
«Se suben en los capos para coger las naranjas con el deterioro también de los árboles; han quemado y partido telefonillos; han quemado una mochila en la reja de un local comercial de la zona; han tirado un cubo de pintura sobre uno de los portales; destrozos en las bases de las columnas de debajo de los Bloques, ha habido pintadas en coches; lanzamiento de naranjas a ventanas de vecinos; también han partido un cristal de la puerta de entrada de un bloque; la concentración de estas pandillas conlleva también que por la mañanas las esquinas aparecen con restos y olor a orina y por todos los espacios restos de basura», añaden.
Ante tales hechos (e imágenes) la Comunidad de Vecinos «demanda un mayor control de esta zona» por parte de las autoridades competentes, mientras, al mismo tiempo, se está intentando por parte de los vecinos la posibilidad de «cerrar los bajos de los bloques e instalar cámaras de seguridad».
Asimismo, recuerdan que no es una problemática actual, «ya que los vecinos que llevan más tiempo viviendo en la Comunidad llevan sufriendo, desde antes del año 2007, la aglomeración de pandillas en estos bajos y desde esa época ya reclamaban un mayor control en la zona».
Por último, reconocen la dificultad de las Fuerzas del Orden Público a la hora de atajar el problema, ya que «la tiene tres salidas por Calle San Eloy, Calle San Miguel y por Calle Soledad, por lo que también es una zona que facilita que puedan escaparse sin problemas, ante la llegada de las Fuerzas del Orden Público», finalizan.