Los empresarios del Río San Pedro no pueden más. La presión fiscal a las que son sometidos por parte de las distintas administraciones, unida a la crisis causada por los cierres obligatorios debido a la pandemia, los deja en una situación muy próxima al abismo. «La avalancha del cierre de comercios es una realidad debido a todo lo que nos está ocurriendo, y ahora llega la tasa de residuos sólidos urbanos para empujarnos directamente al precipicio», sostienen los empresarios. «La administración piensa que los autónomos debemos tener una máquina de hacer billetes porque no se entiende las cantidades que pretenden cobrarnos por la tasa. Cantidades realmente desproporcionadas y abusivas en comparación con otras localidades cercanas», apuntan.
Es por esta razón que los empresarios, desde mediados de enero, han solicitado una reunión al Ayuntamiento y a GEN para poder buscar una solución. «Ningún empresario se niega al pago, de hecho ya se ha estado pagando todos estos meses en el recibo del agua, pero ahora se nos exige una cantidad que supera incluso el doble de lo que se venía abonando. Además, parece que no se ha tenido en cuenta la actividad de los negocios, sino los metros cuadrados, cosa que no calza con la realidad de los residuos», argumentan.
Los empresarios están a la espera de la confirmación de esa reunión en la que confían «que las administraciones comprendan las circunstancias de la situación actual y se pueda encontrar un punto medio y coherente a la aplicación de este nuevo impuesto».