Dentro de los actos del “ABRIL REPUBLICANO”, el pasado 27 de abril tuvo lugar la conferencia “Andalucía y el exilio republicano”, impartida por Leandro Álvarez Rey, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla.
El acto se desarrolló en el Centro Cultural “San José” de Puerto Real ante numeroso público. El conferenciante fue presentado por José Pettenghi, quien hizo un breve recorrido por la trayectoria docente del profesor Álvarez Rey, deteniéndose en sus trabajos como historiador, centrados en la Guerra Civil en Sevilla y Andalucía, la represión franquista y el exilio republicano. Destacó su excelente monografía sobre Diego Martínez Barrio, poniendo además de relieve su carácter de persona comprometida. Terminó indicando que en estos momentos por los que pasa el país, en los que la corrupción política entristece y desanima a la ciudadanía, los valores republicanos no sólo son más necesarios sino también más urgentes.
El profesor Álvarez Rey hizo, a continuación, una exposición histórica, seria y solvente del tema en cuestión, “Andalucía y el exilio republicano”, la visión de un verdadero experto. Dividió su intervención en dos aspectos fundamentales, por un lado la historia del exilio, y por otro los objetivos y proyectos pendientes para la recuperación de la memoria del exilo.
En primer lugar dijo que la nueva España salida del la Guerra Civil no fue un Estado reconciliador sino todo lo contrario. Fusilamientos, purgas, detenciones y represión obligaron al exilio a más de 500.000 españoles. Pero al exilio no fue sólo una masa ingente, sino el “esqueleto” de la vencida República. El exilio andaluz supuso el 10% del total, por lo que fueron 50.000 andaluces los que fueron al exilio. Se detuvo en explicar las profesiones, el país de destino y la adscripción política de los exiliados. Francia y México fueron los principales países de destino. Al ser invadida por los nazis, muchos exiliados españoles, optaron por huir a países americanos, otros tuvieron peor suerte y fueron deportados a campos de trabajo en Alemania. México, por su parte, acogió a más de 20.000 republicanos, entre los que figuraban los más importantes elementos de la política y la intelectualidad.
A comienzos de 1945, con la más que previsible derrota bélica de los fascismos, los republicanos en el exilio comienzan a reorganizarse. En agosto, Martinez Barrio es nombrado presidente de la II República en el exilio. 1946 fue el año de la esperanza: las potencias democráticas no iban a permitir que el franquismo persistiera. Sin embargo en 1947 fue el año del desánimo y la desilusión al ver que no se hacía nada por derrocar al régimen franquista: para el “nuevo orden” de la guerra fría Franco ya no representaba peligro alguno para Occidente y además era un bastión anticomunista. El ingreso en la ONU, las bases militares USA en España y la visita de Eisenhower a Franco, evidenciaban la muerte lenta de la II República, que se quedaba sin apoyos.
En cuanto a Andalucía, a diferencia de otras comunidades, existe escasa bibliografía del exilio. Sí se sabe que el mayor índice de exiliados procede de las provincias orientales, que quedaron en zona republicana durante buena parte de la Guerra Civil. El profesor Álvarez Rey analizó el papel de Gibraltar en la acogida de exiliados, el de Venezuela y las colonias francesas del Norte de África, especialmente Orán.
En cuanto a los proyectos para el estudio del exilio andaluz, el conferenciante explicó el proyecto ATALAYA, que acoge proyectos de investigación de esta temática con la búsqueda de información y el estudio analítico de la misma. Por último trasladó a los presentes el estado de los trabajos de este proyecto.
FUENTE: Ateneo Republicano de Puerto Real