La historia se ha vuelto a repetir durante la última semana: lluvias en la localidad que traen consigo goteras en las instalaciones deportivas, en este caso la Sala de Barrio de las 512 Viviendas y el Río San Pedro.
Con el Pabellón Municipal de Deportes cerrado desde el primer trimestre de 2022, una estampa que se repetía una y otra vez en las instalaciones del Paseo Marítimo ha vuelto a hacerse visible para los usuarios y clubs de la localidad, en esta ocasión tanto en las 512 Viviendas como en el Río San Pedro.
Unas goteras que traen consigo humedad en diferentes puntos y suelo mojado y resbaladizo, todo un peligro para los deportistas que hacen uso de las instalaciones, a pesar de la labor de los operarios municipales para mitigar la presencia de agua en la pista.
Unas instalaciones donde además, hace un año, se acometían diferentes inversiones, pero que no han logrado subsanar el ya repetido una y otra vez problema de las goteras.
Incertidumbre y suspensión de actividades
La -bienvenida- llegada de precipitaciones vuelve a provocar que los usuarios de las diferentes instalaciones se encuentren con la incertidumbre de poder entrenar o no hacerlo, ya que los diferentes clubs no pueden saber, hasta que llegan a la Sala de Barrio de las 512 Viviendas o Río San Pedro, si van a poder desarrollar su actividad debido al estado de las pistas, convirtiéndose ello en un cruce de llamadas, mensajes… tanto con los deportistas como con los padres de los mismos.
Los clubs de la localidad están utilizando en ocasiones media pista salvando así en la medida de lo posible las goteras, o teniendo que agrupar en una pista diferentes grupos con la consiguiente reducción de espacios ya heredada tras el cierre del Pabellón Municipal.
A pesar de estas soluciones temporales, y a veces improvisadas, también se han tenido que suspender entrenamientos por el estado impracticable de las pistas o ubicar distintos equipos en ciudades vecinas como El Puerto de Santa María, todo ello por decisión propia de los clubs y a marchas forzadas.