La salina La Esperanza se ha convertido en los últimos años en un espacio singular muy importante para la Universidad de Cádiz ya que, además de ser un lugar donde se refleja uno de los paisajes característicos de una de las actividades económicas más tradicionales de la Bahía de Cádiz hasta mediados del siglo XX, se ha transformado en un laboratorio natural en la que se están desarrollando actualmente varios proyectos de investigación y acciones divulgativas de diversos tipos.
Entre las acciones de divulgación científica que se han diseñado dentro del VI Plan de Divulgación de la Ciencia y del Conocimiento de la UCA se encuentra un recorrido virtual por sus instalaciones, un viaje que la Universidad de Cádiz, a través de su Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+i) integrada en el Vicerrectorado de Política Científica y Tecnológica, pone desde hoy a disposición de todos los ciudadanos y ciudadanas en https://proyeccioninvestigacion.uca.es/salina-la-esperanza/.
Con la colaboración de la Fundación Descubre, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) – Ministerio de Ciencia e Innovación y el Campus de Excelencia Internacional del Mar (Cei·Mar) y la financiación del Campus de Excelencia Internacional de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Global (CEI·Cambio), se ha elaborado un recorrido virtual con panorámicas de 360º, acompañado de un discurso expositivo donde se muestra información relacionada con el funcionamiento y equipamiento de esta salina, su situación geográfica en el término municipal de Puerto Real, su relación con la cultura salinera y se dan a conocer diferentes proyectos de investigación que se llevan a cabo en este entorno.
De igual forma, el visitante virtual, podrá familiarizarse, siempre siguiendo el curso del agua desde el mar hasta su transformación en sal, con las distintas especies de aves que conviven allí, así como descubrir sus particularidades morfológicas y su capacidad para adaptarse a este medio. Asimismo, se mostrará la vegetación que habita en este espacio y, en este viaje sin salir de casa, se podrá conocer el tipo de acciones que se realizan de forma habitual en La Esperanza por parte de la comunidad universitaria, además de cómo se lleva a cabo todo el proceso que gira alrededor de la extracción de la sal.
Esta iniciativa, que tiene como objetivo visibilizar de una forma diferente e innovadora este espacio natural y el trabajo científico que se realiza en el mismo, complementa al trabajo realizado en 2018 y centrado en la instalación de expositores autointerpretativos, traducidos al braile y al inglés, en los diversos senderos de la salina.
Puesta en valor de salinas artesanales, microalgas marinas y acuicultura
Hasta la fecha se están ejecutando en este entorno varios proyectos centrados en promover el desarrollo sostenible de las salinas artesanales, prestando un apoyo a las cuestiones económicas, ambientales y de gobernanza; entender los mecanismos para el mantenimiento y restauración de la biodiversidad de la zona; probar la idoneidad de los esteros como recurso para el crecimiento de macroalgas; poner en marcha una planta experimental de cultivo de microalgas marinas; y compatibilizar el desarrollo de la acuicultura con el mantenimiento de la diversidad de especies vegetales y animales que conviven en este espacio, respectivamente.
Además de estos proyectos, entre los que se encuentra uno de carácter europeo como es el Sustainable management model for Mediterranean Artisanal Salinas – MedArtSal, coordinado en la UCA por la profesora Macarena Castro, hay que señalar que La Esperanza ha sido el escenario de otras investigaciones que han girado en torno a la recuperación del conocimiento de los maestros salineros, para volver al manejo de las salinas y los esteros, el aprovechamiento extensivo de los caños, así como nuevas vías de futuro para el aprovechamiento artesanal de la marisma salinera. De igual forma, se ha trabajado en la puesta en valor turística de la zona y en mejorar su interés biológico.
Cabe recordar que estas salinas son zonas importantes para las aves acuáticas, por lo que están actuando como espacios de amortiguación frente a la pérdida de su hábitat natural, la costa y los estuarios. En ellas, estas aves obtienen alimento y refugio y se pueden encontrar gran variedad de especies, destacando las aves limícolas. De hecho, La Esperanza dispone de la colonia de chorlitejo patinegro (charadris alexandrinus) más numerosa del Parque Natural Bahía de Cádiz.
FUENTE: UCA