Llegó el Viernes Santo y con él, el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo que, a partir de las 19,00 h. hacía su salida procesional desde la Iglesia de la Victoria en la Plaza Madre Loreto, en una tarde donde las condiciones climatológicas volvieron a acompañar.
Tras Jesús Yacente, Nuestra Señora de la Soledad, la «Señora de La Villa», iniciaba su caminar con el acompañamiento musical de la Banda de Música Pedro Álvarez Hidalgo, realizando su pertinente paso y parada en la Residencia de Ancianos Joaquina de Vedruna.
Recorriendo la calle de La Plaza para llegar a la Carrera Oficial, la Hermandad se dirigió hacia la Prioral de San Sebastián previo paso por la Plaza Luisa Roldán, imaginera de ambos titulares del Viernes Santo puertorrealeño.
Puntualmente, el cortejo procesional atravesaba la calle Victoria para llegar de nuevo a la Plaza Madre Loreto y volver a su Templo, donde un año más esperaban sus fieles, y donde Nuestra Señora de la Soledad recibía los tradicionales tres portazos antes de acompañar a su hijo, clausurando el Viernes Santo en Puerto Real.