La Universidad de Cádiz ha realizado una seria apuesta por la salina La Esperanza, ubicada en el término municipal de Puerto Real, un espacio singular que, además de acoger diversas actividades de divulgación científica, se ha transformado en un laboratorio natural en el que actualmente se están desarrollando diversos proyectos de investigación. La Universidad de Cádiz cuenta con la concesión de esta salina desde 2012, con el objeto de transformarla en un referente demostrativo en materia de innovación dentro del sector.
De hecho, en la actualidad se están ejecutando cuatro proyectos centrados en entender los mecanismos para el mantenimiento y restauración de la biodiversidad de la zona, probar la idoneidad de los esteros como recurso para el crecimiento de macroalgas, poner en marcha una planta experimental de cultivo de microalgas marinas y compatibilizar el desarrollo de la acuicultura con el mantenimiento de la diversidad de especies vegetales y animales que conviven en este espacio, respectivamente.
El primero de los proyectos señalados, denominado Apoyo a la gestión de las zonas húmedas del litoral del Sudoeste Ibérico: interacciones entre Acuicultura y medio ambiente en la región transfronteriza Alentejo-Algarve-Andalucía(AQUA&AMBI), está liderado por el profesor, del departamento de Biología, Gonzalo Muñoz y está centrado, además de fortalecer los mecanismos transfronterizos para el mantenimiento y restauración de la biodiversidad y los servicios del ecosistema, en la red Natura 2000 Alentejo-Algarve-Andalucía, en promover el uso de metodologías y sistemas de producción adecuados para zonas húmedas protegidas del área geográfica. Como, por ejemplo, la acuicultura o el marisqueo. Este proyecto está financiado a través del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal (POCTEP).
El segundo de los trabajos de investigación que se están ejecutando en este espacio singular se denomina Optimización de la recolección y el cultivo al aire libre de macroalgas destinadas a la industria alimentaria en esteros de la Bahía de Cádiz y cuenta con financiación de Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía, a través de su convocatoria de 2012. Esta iniciativa, coordinada por el catedrático Ignacio Hernández, también perteneciente al departamento de Biología, tiene como finalidad mejorar el conocimiento del recurso macroalgas en esteros cultivables de la Bahía de Cádiz mediante el análisis de las propiedades químicas de las principales especies explotables, así como abordar las posibilidades de cultivo in situ de alguna de las especies. El proyecto, que se desarrolla en colaboración con el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía, pretende aumentar las posibilidades de cultivo y extracción del recurso: conocer dónde y cuando se pueden extraer los mejores especímenes para el consumo, dónde se pueden cultivar en campo algunas de las especies, qué mejora medioambiental producen los cultivos y qué nuevas especies podrían ser explotadas.
Construcción de una novedosa planta experimental
El tercero de los proyectos vigentes en la salina La Esperanza está dirigido por José Antonio Perales, catedrático en el departamento de Tecnología del Medio Ambiente. En esta ocasión, se trata de la puesta en marcha y desarrollo de una Planta Experimental Demostrativa de Cultivo de Microalgas Marinas. El objetivo de este proyecto consiste en la construcción de una instalación a escala demostrativa para la producción de microalgas en un entorno geomorfológico y ecológico singular como es un estero dentro de un Parque Natural. Esta planta servirá para trabajar científicamente en la utilización de las microalgas para la producción de biomasa, además de comprobar y trabajar en su uso dentro de la gastronomía y aditivos alimenticios; productos de valor del sector farmacéutico, cosméticos, biofertilizantes, alimentación animal, Bulk Chemicals o productos técnicos (biopolímeros, biolubricantes, aditivos o pinturas).
El último proyecto que se está llevando a cabo actualmente en esta salina, titulado Efecto de las invasiones geológicas de origen antrópico sobre las estrategias de camuflaje de nidos en el chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus, está financiado a través del Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Este estudio está liderado por el investigador del Juan Aguilar Amat, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en él participa la Universidad de Cádiz a través de los profesores Alejandro Pérez Hurtado y Macarena Castro, ambos del departamento de Biología. Este proyecto pretende ahondar en el conocimiento de la selección de hábitats para la reproducción de las aves limícolas, a través de comprobar el efecto que la introducción de materiales ajenos a las zonas naturales de nidificación del chorlitejo patinegro tiene sobre las estrategias de camuflaje de nidos de esta especie.
Recuperar el conocimiento de los maestros salineros
Además de estos proyectos, hay que señalar que La Esperanza ha sido el escenario de otras investigaciones que han girado en torno a la recuperación del conocimiento de los maestros salineros, para recuperar el manejo de las salinas y los esteros, el aprovechamiento extensivo de los caños, así como nuevas vías de futuro para el aprovechamiento artesanal de la marisma salinera. De igual forma, se ha trabajado en la puesta en valor turística de la zona y en mejorar su interés biológico.
Estas salinas son zonas importantes para las aves acuáticas, por lo que están actuando como espacios de amortiguación frente a la pérdida de su hábitat natural, la costa y los estuarios. En ellas, estas aves obtienen alimento y refugio y se pueden encontrar gran variedad de especies, destacando las aves limícolas. De hecho, La Esperanza dispone de la colonia de Chorlitejo patinegro (Charadris alexandrinus) más numerosa del Parque Natural Bahía de Cádiz.
FUENTE: UCA