«Estamos hartos de estar hartos un año después», han sido las palabras desde la Plataforma Vecinal Río San Pedro, que también han querido señalar que «la dejadez y la nefasta gestión municipal es insoportable».
«Desde la barriada del Río San Pedro, el núcleo urbano residencial con más habitantes del municipio de Puerto Real, con cerca de 7000 vecinos y vecinas, y con un tejido asociativo muy activo desde todos los aspectos, recordamos que ahora se cumple un año de la concentración de los vecinos y vecinas, que acudían a las puertas del Consistorio en autobuses con el lema Hartos de estar hartos«.
«Después de aquel grito desesperado solicitando soluciones nada ha cambiado, todo lo contrario: los problemas son mayores, las demandas vecinales siguen creciendo y las gestiones del Ayuntamiento insuficientes. La desconfianza, las promesas incumplidas, la burocracia, los tiempos administrativos, el desprecio de nuestra regidora hacia el tejido asociativo y la desvalorización constante han generado una situación insostenible. Existe una sensación de falta de gestión, falta de credibilidad, de un pueblo a la deriva sin soluciones que satisfagan las demandas más básicas de la población».
«En julio de 2021 la vecindad de la barriada del Río se organizaba en asambleas abiertas por el hartazgo de los problemas y la gestión municipal que no encontraba soluciones. Tras la presencia policial en dichas asambleas y las posteriores reuniones de alcaldía con los diferentes colectivos, llegaron más promesas. A punto de cumplir una anualidad no se ha avanzado en nada, todo va a peor y la desidia en la vecindad es más que evidente», señalan desde la Plataforma Vecinal.
«El hartazgo emana de la falta de gestión en la búsqueda de soluciones en temas como los graneles, no solo en todo el circo de los terrenos de Delphi, sino en la falta de criterio para defender las descargas bajo techo como dicta la legislación europea por parte de la Autoridad Portuaria, generando efectos perjudiciales para la salud. En el transporte público, siendo una tomadura de pelo el proyecto piloto de una nueva línea de autobús resultando ser un único autobús a una hora determinada. El acerado, generando tropiezos, caídas y lesiones a diario en toda la vecindad sin distinguir edades, a lo que en pleno se negaba la credibilidad por parte de nuestra excelentísima alcaldesa. El inmobiliario: bancos rotos, farolas que se caen, falta de papeleras, malas hierbas invadiendo todas las calles con alturas de metro y medio en muchos casos, la falta de limpieza de las alcantarillas, cegadas provocando inundaciones con las lluvias y la falta de servicios básicos. El proyecto LUMEN, que traería nuevas farolas y solucionaría las deficiencias de iluminación… después de publicarse desapareció para convertirse en una promesa más»
«Curioso que muchas de estos temas venían de forma destacada en el programa del partido político de Elena Amaya en el 2019: solución a los cables, actividades culturales y de ocio para los niños y niñas de la barriada, gestiones de pavimento, planes de actuación sobre la costa y las playas… curiosamente brillando todas estas por su ausencia y muchas otras».
«El abandono no es solo en la barriada, sino que afecta a los polígonos industriales y el resto del municipio. La dejadez se hace evidente por cualquier rincón, el hartazgo va en crecimiento y con diez meses por delante aún de legislatura el desánimo es insoportable. El futuro del municipio se hace incierto con el desmantelamiento de la industria, la pérdida de Airbus, la problemática pasada del sector del metal, un astillero sin carga de trabajo, estando aún en el recuerdo la famosa imagen de la tanqueta por nuestras calles, la pérdida de terreno de uso industrial entre otras… generan un futuro incierto de la que se necesita una reflexión profunda y evitar el grito desesperado hartos de estar hartos«.
FUENTE: Plataforma Vecinal Río San Pedro