La barriada del Río San Pedro está de aniversario, ya que el 25 de octubre cumple 41 años desde la colocación de su primera piedra y en noviembre 39 años desde la entrega de las primeras viviendas.
«En el aumento demográfico de Cádiz y la expansión urbanística de la ciudad es donde encontramos los antecedentes a la barriada puertorrealeña del Río San Pedro. Corrían los años sesenta, la etapa final del franquismo y se daba comienzo a los Planes de Actuaciones de Urgencias referente a los planeamientos urbanísticos, que pretendían solucionar los problemas demográficos de la ciudad de Cádiz y dotar la bahía de un conjunto turístico sin precedentes. Con un proyecto megalómano donde venían a construirse más de 30.766 viviendas y albergar una población total de 140.000 habitantes, además de todo un tejido industrial», explican desde la Plataforma Vecinal.
«El pilar de este proyecto debía ser el Puente José León de Carranza, que junto con la experiencia y herencia de la antigua barriada de Matagorda ofrecían solidez al Plan ACTUR. Pero este proyecto tan ambicioso se paralizó a excepción de la barriada del Río San pedro y el Campus Universitario, debido a que se era consciente a finales de los setenta que este proyecto megalómano era inviable. En primera medida porque las nuevas corporaciones municipales democráticas no estaban por la labor de desarrollar estos megaproyectos franquistas, y también porque se comenzaba a ser consciente del valor ecológico de la zona. La declaración del Parque Natural Bahía de Cádiz vino a dar la puntilla a todo lo proyectado, quedando una barriada poco dotada y sin una estrategia nueva».
«Por tanto, podemos decir que es desde sus comienzos donde arrancan la falta de proyectos e infraestructuras, y carencias de una barriada a medio acabar, en la búsqueda constante de soluciones, sin una planificación de cara al futuro, como un barco a la deriva ante la sensación de abandono de las administraciones desde su más profundo germen, en un limbo de responsabilidades y con el sentimiento de orfandad hasta el punto de no contar con un gentilicio», añaden.
«Herederos del barrio de Matagorda y un entorno privilegiado, los comienzos de la nueva barriada del Río San Pedro no fueron fáciles, donde las luchas vecinales marcaron las pautas de su desarrollo y crecimiento. Todo se consiguió a través de demandas vecinales sin proyectos previos. Los problemas eternos como: la contaminación de las industrias del Polígono del Trocadero, las descargas de graneles, los cables de alta tensión que vertebran el barrio, los problemas en transporte público, las deficiencias urbanísticas, la falta de servicios, la ausencia de actividades y lugares culturales, y de ocio ponen de manifiesto una vez más después de casi cuarenta años, la gran necesidad de un proyecto para este barrio situado en el centro de la Bahía de Cádiz con un potencial enorme por descubrir».
«Con una población creciente, contando con la tasa de natalidad más alta del municipio, una población media que destaca por su juventud. Ubicada en el centro del Parque Natural Bahía de Cádiz, con un tejido industrial en crecimiento, cercana a un campus universitario, la belleza de sus parajes y la ribera del Río San Pedro, además de toda la historia por poner en valor y su patrimonio histórico y cultural, hacen de la barriada del Río San Pedro de un lugar privilegiado y a tener en consideración de cara al futuro».
«Y es por ello, que la Plataforma Vecinal Río San Pedro, en un esfuerzo titánico contra las administraciones intenta poner en el mapa de la Bahía de Cádiz esta población con un potencial enorme, apostando por reclamar la puesta en valor de su historia, potenciar su medio natural y trabajar por el fortalecimiento de su identidad propia para poder afrontar el emocionante futuro que les espera».
«Desde esta asociación vecinal se da el pistoletazo de salida al trabajo de cara a la celebración del aniversario de los 40 años de vida de la barriada Río San Pedro, en la que se pretende implicar a todos los colectivos del barrio y a los centros educativos, donde se espera para el otoño de 2022 generar unas jornadas de convivencia, eventos festivos y culturales en el que todos son bienvenidos, porque el Río San Pedro tiene pasado, memoria, tiene historia y un futuro prometedor en el que los vecinos y vecinas deben tener el protagonismo en su devenir en la demanda de proyectos y planes que potencien al barrio», finalizan.
FUENTE: Plataforma Vecinal Río San Pedro