La biodanza es una estrategia terapéutica que combina música, movimiento y emociones para inducir vivencias integradoras o experiencias (momentos vividos, intensamente sentidos en el “aquí y ahora”) en los participantes del grupo. Esta técnica es una terapia novedosa y complementaria que aún se encuentra en proceso de evaluación científica. Un estudio realizado por investigadores de las universidades de Cádiz y Granada ha demostrado que la biodanza es una terapia física adecuada que reduce la gravedad del dolor agudo en mujeres con fibromialgia.
En este trabajo, que publica la revista Pain Management Nursing, participaron 27 enfermas de fibromialgia. El programa consistió en 12 sesiones (1 sesión/semana), con una duración de 120 minutos cada una de ellas y se dividió en dos partes: una fase verbal de 35 a 45 minutos, donde se alentó a las participantes (sentadas en círculo) a expresar sus sentimientos, y la propia actividad (75-80 minutos), consistente en terapia de movimiento y danza expresando las emociones provocadas por las canciones, la presencia, la proximidad y la retroalimentación de las otras compañeras.
Los resultados mostraron una disminución general del 16% del dolor agudo entre antes y después de cada sesión. Además, también se evidenció una reducción de la gravedad del dolor acumulado durante la duración del programa. “Es de interés que las mejoras fueron mayores en aquellas enfermas con mayor intensidad de dolor en la sesión previa y menor porcentaje de grasa corporal. Además, este estudio destacó la importancia de la satisfacción con la sesión, porque aquellas enfermas con mayor satisfacción tuvieron más éxito en la mejora del dolor agudo”, explica el autor principal, Víctor Segura Jiménez, profesor del grupo de investigación Galeno (CTS158) y perteneciente al departamento de Didáctica de la Educación Física, Plástica y Musical de la Universidad de Cádiz.
Asimismo, es el primer estudio en el que se ha investigado los efectos de la biodanza sobre la gravedad del dolor agudo en cada sesión y la gravedad acumulada del dolor a lo largo de la intervención en mujeres con fibromialgia.
De hecho, la biodanza, como han recordado los investigadores, tiene una carga emocional intensa que podría ser una pista para promover mejoras en factores psicológicos, como las estrategias de afrontamiento, la ansiedad y la depresión, que a su vez podrían ayudar a reducir la severidad del dolor y mejorar la sintomatología en esta población.
“Nuestro estudio resaltó que se debe alentar a las pacientes a asistir a las sesiones de intervención en aquellos días en que sufren dolor más intenso, porque obtendrán mayores beneficios. De manera similar, el porcentaje de grasa corporal se asoció con mejoras en la severidad del dolor agudo, por lo que se aconseja, de acuerdo con la literatura previa, que esta población mantenga un peso normal. Además, este estudio refuerza la idea del ejercicio y de la motivación por parte del profesional, ya que quienes más disfrutaron de las sesiones obtuvieron los mayores beneficios”, destaca Segura Jiménez.
Los hallazgos del estudio brindaron un mayor apoyo a la inclusión de esta terapia terapéutica para reducir la gravedad del dolor agudo en mujeres con fibromialgia. Es importante – destaca el investigador – que “los profesionales de la salud alienten a los pacientes a ser físicamente activos. En este contexto, la biodanza puede implementarse como una actividad para ayudar a las pacientes a enfrentar su enfermedad”. Esta terapia no requiere de instalaciones o equipos específicos, “lo que significa que puede implementarse fácilmente en diversos entornos. No obstante, los profesionales deben ser titulados como facilitadores de biodanza para conducción adecuada de sesiones integradoras y motivadoras para mantener la adherencia de los pacientes”.
Este estudio se pudo llevar a cabo gracias a la colaboración de todas las participantes y de la Asociación Granadina de Enfermos de Fibromialgia (AGRAFIM).
FUENTE: UCA