Un ejemplo más de información puntual sobre la más remota Antigüedad del solar y término portorrealeño lo proporcionan los Anuarios y Guías de la Real Villa aparecidos en los años de la transición entre los siglos XIX y XX; de este modo, los referidos Anuarios editados por Rafael de Cózar y S. Casanovas, así como Guías tales como las “Guías Rossetty” (publicaciones objeto de consideración y estudio en A.A.V.V., “Fuentes, Bibliografía y Notas sobre la Investigación en Puerto Real”, artículo publicado en las Actas de las II Jornadas de Historia de Puerto Real. Puerto Real, 1994, pp. 13-30) vuelven nuevamente a recurrir al tópos historiográfico de la tan acostumbrada identificación entre Puerto Real y el Portus Balbus / Portus Gaditanus de época Altoimperial romana, apoyándose para tales asertos quasi exclusivamente en las aseveraciones formuladas en este sentido por diversos autores de las generaciones anteriores (los cuales contaban a su vez con un casi total desconocimiento arqueológico de la realidad material y las características propias de la región, sólo manifiestas a partir de los trabajos de campo llevados a cabo desde la segunda mitad del pasado siglo XX).
La misma senda habrán de seguir otros estudiosos como el portorrealeño Juan Moreno de Guerra y Alonso (a cuya figura y cuya obra nos hemos acercado en trabajos precedentes de esta serie, y a quien junto con Antonio Muro Orejón cabe considerar como el “padre” de la Historiografía portorrealeña), autor del que cabe quizá considerar en justa ley como primer estudio histórico específico como tal sobre Puerto Real, aparecido en una de las mencionadas “Guías de Puerto Real” (la de 1913-14), trabajo que no sólo atañe al Mundo Antiguo, de carácter, además, básicamente generalista, y eminentemente local, un texto que en esta misma línea habría de llevar por título el (por tanto) muy oportuno de “Apuntes Históricos” sobre Puerto Real y que representa el primer estudio histórico contemporáneo sobre la Villa.
Fruto del cientificismo positivista del siglo XIX serán obras como las escritas por Adolfo de Castro, autor -entre otro trabajos- de una Historia de Cádiz y Jerez (publicada en Cádiz, en 1845), de una Historia de Cádiz y su provincia desde los remotos tiempos hasta 1814 (que viera la luz igualmente en Cádiz en 1856) y de una obra -ya más cercana al término concreto de Puerto Real merced a su especificidad relativa- de título Historia de Matagorda y el Trocadero (que fuera editada originalmente en Cádiz, en el año 1896).
Este mismo investigador decimonónico, Adolfo de Castro, hará igualmente referencia -una vez más- a la ubicación en el marco del término municipal de Puerto Real del …arsenal de Balbo en tierra firme, sirviendo de esta manera como base y orientación para las opiniones en este sentido (como estudiosos anteriores a él mismo) expresadas por los autores de los textos históricos (divulgativos, insistimos, y no científicos ni académicos) aparecidos en las páginas de las “Guías” locales portorrealeñas antes mencionadas.
En este sentido es asimismo digna de señalar también una monumental obra que sería igualmente fruto del siglo XIX, dirigida por Pascual Madoz, su conocido Diccionario geográfico, estadístico e histórico de España y sus posesiones de Ultramar, cuyos tomos V y XIII (publicados en Madrid, en 1846 y 1849 respectivamente) abordan ese tópico pasado de las tierras de la localidad en la que se inserta la romanidad del actual término local. Incluso en estudios de esta misma época (los referidos mediados-fines del siglo XIX) publicados fuera de nuestras fronteras nacionales encontraremos diversas referencias testimoniales apoyándose en el recurrente tópos (lugar común) de la identificación entre el Portus Gaditanus y la Villa de Puerto Real, como veníamos señalando.
De esta misma forma que apuntamos sucederá, por ejemplo, en la obra del ingeniero francés A. Léger de título Les travaux publics, les mines et la métallurgie aux temps des Romains (cuya primera edición salió a la calle en París, en 1875, y que en fecha mucho más reciente a nuestros días -en el año 1979, un siglo más tarde de su aparición primera en la lengua de Rimbaud- fuera objeto de una reedición facsímil), obra en la que su autor no vacila al identificar Puerto Real como el lugar en cuyo territorio se habría encontrado emplazado uno de los más …famosos puertos romanos de la España Antigua, el Portus Balbus / Gaditanus.
Igualmente habremos de considerar en este sentido el trabajo de D.I. Parada de título Hombres Ilustres de Jerez (publicado en Jerez de la Frontera, en 1875, mismo año de la obra del galo Léger), ya que si bien no incide en el tema de la Historia Antigua de Puerto Real y su término, sí hace mención (siquiera de forma colateral) a la existencia en el solar de esta población gaditana de una torre y un puerto medievales, hitos éstos comunes a la Historia portorrealeña, isleña (de San Fernando) y jerezana que se encuentran en este citado libro de Parada como una mención temprana (visto el cuadro general de la situación y la tardanza en despegar de los estudios sobre Historia Antigua y Media de Puerto Real) acerca de la medievalidad en (y de) Puerto Real (lo que es decir, de la continuidad o no del poblamiento en el entorno de este rincón de la Bahía en el que se encuentra la Villa Romana del Mosaico del Barrio de Jarana desde época romana hasta época medieval).
El comienzo de los estudios históricos propiamente dichos que de forma estructural abordasen el tema de la Antigüedad en (y de) Puerto Real habrá de hacerse esperar hasta la segunda mitad del pasado siglo XX, lo cual no deja de ser una fecha harto tardía en comparación con la situación de tales estudios en otras ciudades vecinas de ese mismo entorno y partícipes de una aventura histórica de similares características.
Antes de la aparición de algunos trabajos que pueden ser considerados como el “arranque” de la Historia de los Estudios sobre la Antigüedad en Puerto Real encontraremos, empero, artículos e incluso alguna obra inédita de carácter monumental que suponen los primeros “tanteos” en lo que se refiere a la inclusión del pasado comúnmente denominado como antiguo en la consideración general de la Historiografía local de Puerto Real.
Ha sido previamente señalado el artículo de Juan Moreno de Guerra del año 1914 en el que se menciona la presencia del Portus Balbus / Portus Gaditanus en suelo portorrealeño; del mismo modo habremos de señalar que se expresa la primera obra “monumental” (de compendio) sobre la Historia de Puerto Real, el trabajo (hasta la fecha, inédito) de A. Ordóñez de la Calle que lleva por título Biografía del Puerto Real de los Reyes Católicos, y que fue completada en 1958 (copias mecanografiadas de dicha obra se conservan en el Archivo Histórico Municipal de Puerto Real así como en la Biblioteca Pública Municipal de la referida localidad, a disposición de investigadores y lectores en general).
En relación a este trabajo de Ordóñez de la Calle, y como otras muchas veces hemos señalado, insistiremos lo oportuno, lo conveniente y aun lo necesario de su publicación como libro, pues se trata de un volumen de notable interés para la Historiografía local, que forma parte de nuestro acervo histórico contemporáneo y del bagaje de nuestra Historia más reciente, pues se trata además de un testimonio directo de cómo se entendía la Historia local portorrealeña a mediados del siglo XX, constituyendo por ello y como señalamos un buen testigo historiográfico merecedor de su publicación.
Antes de estos primeros amagos de sistematización en un solo Corpus (sic) del conjunto de los avatares que se sucedieron en el proceso diacrónico de formación histórica de la Villa de Puerto Real habría de ser un par de historiadores y arqueólogos gaditanos, María José Jiménez Cisneros y César Pemán Pemartín, quienes con sus trabajos señalaran a su vez (grosso modo) el punto de arranque de los estudios sistemáticos sobre Arqueología e Historia Antigua en Puerto Real, en el seno de la provincia de Cádiz, quedando incluido nuestro término en buena medida gracias a sus artículos y textos en el horizonte de la Historiografía Arqueológica gaditana y formando de este modo y por ello parte de este contexto historiográfico y arqueológico el moderno término municipal de la Villa de Puerto Real.
De esta manera es oportuno reseñar trabajos salidos de la labor del referido Pemán, comisario provincial de Arqueología, tales como las “Nuevas precisiones sobre vías romanas en la provincia de Cádiz” (publicado en el Anuario Español de Arqueología, en 1948), los “Topónimos antiguos del extremo Sur de España” (que igualmente viera la luz en el dicho Anuario…, pero en 1953-54), su Memoria sobre la situación arqueológica de Cádiz en 1940, o el estudio sobre “Alfares y embarcaderos romanos en la provincia de Cádiz”, que asimismo aparece en las páginas del referido Anuario Español de Arqueología del año 1959.
Ya en este último año de la década de los 50 del Novecientos, Pemán recoge en las páginas del referido artículo la existencia del yacimiento arqueológico que por aquel entonces sería denominado del “Paso a Nivel” (por la inmediatez al mismo de un paso a nivel en la vía del tren), los restos anfóricos aparecidos en el cual denotaban la existencia de una significativa actividad alfarera en el mismo; el paso a nivel que daba nombre al yacimiento fue sustituido en la década de los años cuarenta por un puente, el “puente Melchor” (aún en pleno funcionamiento) que salva la vía del ferrocarril Madrid-Cádiz y que pasó a dar nombre al referido yacimiento romano, quedando en desuso la denominación de “Paso a Nivel” y pasando a denominarse “Puente Melchor”, nombre con el que se le sigue conociendo en la actualidad.