Familias del Río San Pedro se han concentrado este mediodía a las puertas del CEIP Río San Pedro para protestar por la situación del centro en cuanto a la instalación eléctrica. Una cacerolada en toda regla que ya fue anunciada anteriormente por el AMPA del centro, y tras la visita de Elena Amaya, Alcaldesa de Puerto Real, durante la semana.
A través del AMPA y de la Plataforma Vecinal del Río San Pedro, las familias han ido a recoger a los menores con cacerolas y diversos enseres de cocina, las cuales han servido de instrumentos para reclamar que la Junta de Andalucía actúe ya y comience las obras de la nueva instalación eléctrica del edificio. Cartelería realizada por los escolares, una pancarta realizada por los padres y demás enseres han servido para reivindicar una vez más las mejoras en el centro después de 35 años.
Estas protestas irán creciendo conforme pasen las semanas, después de las palabras de los miembros del AMPA de hacer ruido hasta que la Delegación de Educación cumpla con la promesa de iniciar las obras antes de la Semana Santa.
Manta y Puchero
Tanto el AMPA como la Plataforma Vecinal lamentaron que los escolares “hayan tenido que llevar mantas a las clases, ya que no es posible encender los calefactores, debido a que los térmicos de seguridad cortan la corriente al no soportar el más mínimo aumento de intensidad en un colegio que tiene el triste honor de ser el único de Puerto Real que no ha saneado nunca su entramado eléctrico interno. Hechos agravados por culpa de la situación de pandemia, que obliga al alumnado a recibir las clases con las ventanas abiertas”.
