Una más de las muchas cuestiones a considerar y que guardan relación con las fortalezas y las especificidades del Patrimonio portorrealeño (cuestiones a la que nos hemos acercado ya en no pocas y diferentes ocasiones con anterioridad dentro y fuera del espacio de esta cabecera) es la que tiene que ver con el trazado de nuestro casco histórico en forma de damero (en forma ortogonal, de tablero de ajedrez o “hipodámica”) una característica que puede ser considerada como un elemento patrimonial indiscutible y esencial de nuestra localidad.
No descubrimos nada nuevo si señalamos que este aspecto singularísimo de nuestro casco histórico, sin lugar a dudas, una característica esencial de la idiosincrasia física, urbana, de Puerto Real al tiempo que un elemento definitorio de la realidad y la herencia patrimonial de nuestra localidad, y a la vez que un referente fundamental (desde el punto de vista identitario) para la ciudad y su gente.
Este aspecto de la fisonomía, del Patrimonio y de la Historia de la ciudad, su casco histórico en damero, diseñado y ordenado por los fundadores de la Real Villa, los Reyes Católicos, la pone directamente en relación con el Nuevo Mundo, con el ámbito americano, virreinal, de la antigua Monarquía Hispánica y más directa y especialmente con el Caribe, coadyuvando a la proyección exterior de la ciudad y a su puesta en conexión con realidades históricas y patrimoniales internacionales (desde hace varios siglos y de manera sostenida) al tiempo que constituyendo otro potente elemento identitario de la localidad tanto en el momento presente como en el contexto y bagaje histórico de la misma.
Dicha realidad de la trama urbana en damero (a la que en diversas ocasiones nos hemos acercado dentro y fuera del marco de esta cabecera) como elemento esencial de la Historia portorrealeña ha de ser contemplada y considerada desde la perspectiva patrimonial, pues no sólo nos encontramos ante una potente realidad del Patrimonio cultural local en sí misma, sino que dicho diseño ha generado toda una cultura identitaria (inmaterial y material) que se ha plasmado física y materialmente en el Patrimonio monumental de la localidad, al que dicho trazado ha contribuido ciertamente a modelar y dar forma, un Patrimonio Monumental e Histórico con el que la originalidad y singularidad del trazado hipodámico del casco histórico, tanto física, material como metafóricamente hablando, se ha venido fundiendo en un estrecho abrazo de siglos desde la propia Fundación de la Real Villa.
Así es posible señalar que esta seña patrimonial del trazado en damero del casco histórico ha contribuido enormemente a modelar el cuerpo identitario de esta ciudad histórica que ha encontrado proyección más allá de sus fronteras físicas, allende los mares, con un modelo urbanístico cabe señalar “portorrealeño” que se ha extendido por buena parte de la geografía de la antigua Monarquía Hispánica, lo que se hace más que evidente en las grandes ciudades virreinales americanas, con no pocos ejemplos en todo el territorio de la España americana.
Por ello, el perfil monumental de nuestro Patrimonio y aun la misma fisonomía de nuestro casco histórico (sin desdeñar otros espacios y elementos aledaños del mismo, especialmente en su contorno litoral e incluso fuera de la delimitación del casco histórico, sin menoscabo ni demérito del rico Patrimonio Natural del término portorrealeño) se ha modelado en buena medida respondiendo a las necesidades, los requisitos y la propia idiosincrasia del callejero histórico local, que se ha hecho un todo con la propia Historia de Puerto Real, fundiéndose con la identidad local más allá incluso de lo que somos conscientes en la Villa.
A todo lo anterior (en el contexto de la potenciación en los marcos local y supralocal del Patrimonio cultural portorrealeño) debería sumarse el desarrollo estructural y sostenido de una planificación patrimonial y cultural desde lo público cimentada en programas culturales educativos y divulgativos que girasen en torno al Patrimonio de Puerto Real, una acuciante cuestión en el seno de la cual deberían brillar con luz propia tanto la planificación como los programas que habrían de ser impulsados y liderados desde la administración municipal…
Igualmente es de señalar que los Bienes de Interés Cultural (BIC) de Puerto Real deberían contar con un muy alto grado de accesibilidad ya que en buena medida se trata de espacios que deben estar abiertos a la ciudadanía siguiendo los cauces administrativos y legales para ello, todo lo cual debería permitir disfrutar de su contemplación, disfrute y estudio de forma muy cercana y enteramente accesible y gratuita, algo que a fecha de hoy no parece estar plenamente garantizado ni en funcionamiento acaso ni siquiera con edificios de titularidad pública que gozan de la referida consideración de BIC en la localidad.
Haremos ahora el inciso de que el elenco de los Bienes de Interés Cultural que existen en Puerto Real puede ser consultado en el “Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz” (por sus siglas, CGPHA) https://www.juntadeandalucia.es/organismos/turismoculturaydeporte/areas/cultura/bienes-culturales/catalogo-pha.html#toc-localizaci-n-de-bienes-protegidos . Para una mayor facilidad de acceso de los lectores interesados a los Bienes de Interés Cultural portorrealeños, recogemos ahora además aquí la dirección web específicamente dedicada a los referidos BIC de nuestra localidad: Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz – Cultura y Deporte – Junta de Andalucía (juntadeandalucia.es); pueden consultarse igualmente en https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Bienes_de_inter%C3%A9s_cultural_de_la_provincia_de_C%C3%A1diz
Igualmente, en lo que atañe a la divulgación y la socialización del conocimiento, es de señalar la necesidad del desarrollo de acciones científicas (y no sólo intervenciones arqueológicas de carácter puntual) como la Carta Patrimonial del Término Municipal de Puerto Real, que sirvan como puntal y base de la gestión patrimonial en la localidad.
Así mismo resulta imprescindible establecer una línea de acción estructural en el sentido de la cooperación con entidades e instituciones patrimoniales y de investigación como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas o las Universidades (caso de la Universidad de Cádiz o la Universidad Internacional de Andalucía, acaso las más inmediatas a nuestra ciudad por tratarse respectivamente de la Universidad provincial y de la Universidad de ámbito autonómico, siendo ambas entidades públicas), todo ello buscando activamente poner en marcha medidas y líneas de trabajo y de acción en el ámbito de los cuatro pilares esenciales de la gestión del Patrimonio, como son la protección, la conservación, la investigación y la divulgación del mismo.
Por todo ello puede hablarse claramente de un factor de atracción de turismo cultural de sesgo arqueológico e histórico con nuestro Patrimonio Cultural y Natural como elemento vertebrador de dicho factor y de dicho turismo en relación con la ciudad y viceversa: nuestro Patrimonio habrá de ser un elemento que sirva tanto para la dinamización cultural y social del cuerpo social portorrealeño, al que ayudará en el refuerzo de sus señas de identidad históricas, como para reforzar asimismo la atracción de un turismo, el patrimonial y cultural, más sostenible y positivo que el turismo masivo (con la subsiguiente repercusión positiva en la desestacionalización del turismo y su desarrollo estructural y continuado a lo largo del año, y no sólo, y si acaso, en “temporada”), todo lo cual habrá de redundar clara y netamente en beneficio de la ciudad, de su Patrimonio y su economía, merced a la generación de empleo en nuestro municipio (tan necesitado de soluciones en este sentido…), y, por extensión, de la Bahía gaditana, del conjunto de la provincia de Cádiz y de la Comunidad Autónoma de Andalucía.