El concejal de Arbolado, Antonio Gil, ha anunciado la recuperación de la calle Proa, una zona del Río San Pedro «que llevaba décadas abandonada y casi convertida en un vertedero». Este ambicioso proyecto, liderado por el Ayuntamiento a través de la empresa pública GEN, busca devolver este espacio a los vecinos mediante labores de limpieza, reforestación y habilitación gradual de áreas de recreo.
Actuaciones con sostenibilidad y economía circular
Las tareas, realizadas con recursos propios y bajo el principio de economía circular, incluyen el desbroce y la limpieza de la zona, evitando grandes inversiones o proyectos costosos. Según Gil, la estrategia pasa por aprovechar al máximo los recursos disponibles: “La masa vegetativa sobrante tras el desbroce se reutilizará en la propia zona, potenciando sus beneficios medioambientales”.
En cuanto a la vegetación, se han priorizado especies autóctonas de alto valor ecológico como acebuches y palmitos. Además, a través de técnicas de poda, se están transformando arbustos en árboles que proporcionarán sombra a los futuros usuarios. El edil ha pedido paciencia al vecindario, ya que el mobiliario urbano y otros equipamientos se irán incorporando de manera progresiva.
Un espacio para el disfrute ciudadano
Originalmente gestionada por Carreteras del Estado, la calle Proa ha pasado a ser una zona de servidumbre recepcionada por el Ayuntamiento. Este proyecto sigue la línea de otras iniciativas de revitalización como el Parque de la Memoria Democrática, La Cachucha y el Parque Batalla de El Trocadero, creando áreas verdes accesibles para fomentar la convivencia y el esparcimiento.
Antonio Gil subrayó la importancia de transformar este espacio en un lugar para que los vecinos puedan reunirse, relajarse y disfrutar de actividades al aire libre, lo que también contribuye al cuidado del entorno natural y la sostenibilidad del municipio.
Compromiso con el medio ambiente y la comunidad
La recuperación de la calle Proa no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también reafirma el compromiso del Ayuntamiento con el cuidado del medio ambiente. Proyectos como este demuestran cómo una gestión eficiente y sostenible puede generar beneficios tangibles para la ciudadanía.
“Queremos que esta transformación sea un ejemplo de cómo integrar la sostenibilidad con la mejora de los espacios públicos, siempre pensando en el bienestar de nuestros vecinos y vecinas”, concluyó Gil.