Nos volvemos a engalanar, saquen las alfombras, carguen las pilas de las cámaras, enciendan luces que va a dar comienzo el último curso de la legislatura y hay que venderlo todo. El puertorrealeño está bastante acostumbrado a comprar humo ayudado por los medios que comulgan con esta pantomima que es la propaganda, así que este editorial no será otra cosa que aire limpio.
En estos meses se multiplican las ruedas de prensa, resurgen de la nada la olvidadas cuentas en redes sociales, se vomitan notas de prensa al ritmo que rebota la bola en la mesa del político convertido en un vulgar trilero. Están en juego los abultados sueldos que se ha colocado más de uno en la casa rosa de la Plaza de Jesús.
El tiempo del todo vale ha llegado. Aún se puede leer en el programa de Maribel Peinado aquello del balneario cachuchero, lo de transformar el Centro Cultural del Paseo Marítimo en la nueva Casa de la Juventud o lo de los cines en el Teatro de Verano. Nos podrán ahora venir con el mérito del soterramiento, con la hamburguesería o con el parking de San Telmo pero demuestran que el refrán “ del dicho al hecho hay un buen trecho” en esto de la política local se queda corto.
Con las urnas a la vuelta de la esquina llegan las promesas manidas. Nos contarán la película de la eficiente gestión económica y el equilibrio presupuestario. Todo sea por mantener a concejales liberados cobrando sueldos públicos sin apenas funciones. En España esos golpes de pecho de buena gestión ya los hemos visto cruzar la península desde San Telmo al Palacio de la Generalitat pasando por Génova. Al menos ya estamos avisados y en Puerto Real aún queda poner a una calle el nombre de Desengaño.
Prometierón, a sabiendas que no iban a cumplir…. pero no pasa nada …. parece que la gente no tiene memoria.
Criticaron …. y ahora ellos son peores …. pero no pasa nada … parece que la gente no tiene memoria.
Sueldos, gestión, gastos, limpieza, jardines, infraestructuras, … , …. , …. , pero no pasa nada …. parece que la gente no tiene memoria.