Se pararon las rotativas durante las últimas horas del viernes. “Elena Amaya se reúne con Alfonso Moscoso para tratar temas de calado”.
Vaya por Dios. A estas alturas de la legislatura muy probablemente pocos sepan quién es Alfonso Moscoso o de dónde viene el Senador por la provincia de Cádiz. La Regidora Puertorrealeña, en la misma semana que Unidas Podemos ha presentado una iniciativa en el Congreso para “buscar una solución” a Navantia Puerto Real con el Diputado Nacional , Juan Antonio Delgado, se ha reunido… ¡con un senador!.
Un Senador… como si el PSOE no tuviera diputados nacionales en el Congreso, que sigue teniendo tres incluso tras la marcha de Juan Carlos Campo como Ministro de Justicia.
Hasta Vicente Fernández (PP), que no tiene representación municipal en el Pleno, es capaz de reunirse cuando quiere con los Diputados Nacionales y Andaluces de su partido. Solo tiene que levantar el teléfono, al igual que sucede con los miembros de Unidas Podemos en Puerto Real.
¿En serio Elena Amaya no es capaz de plantar cara en el Congreso o llamar a un Diputado como Eva Bravo, José Ramón Ortega o Gemma Araujo?
Pues… seguramente no. Y la explicación está en la última mencionada: Gemma Araujo. Con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno, la ex Alcaldesa de La Línea sonó como principal cara para sustituir a Irene García en la Diputación de Cádiz. No hace falta decir más a quien defiende a capa y espada la señora Amaya, ¿verdad?.
Finalmente, la defensa política de su partido provoca que Amaya, a la hora de luchar por Puerto Real y su industria sea ninguneada por los suyos. Solo hay que recordar la promesa de la Ministra de visitar Airbus Puerto Real… algo que nunca llegó.
La reunión con el senador Moscoso, que forma parte del conocido “Cementerio de Elefantes” de la política española es una nueva muestra, de que a Amaya se le acaban los apoyos, no solo en el PSOE de Puerto Real, sino también a nivel provincial, andaluz y nacional.