Carmen Vega volvió a SIMOF 2016. Lo hizo con la colección ‘Madame, Madame’ inspirada en el París del Siglo XIX. Un desfile que contó con la Miss Universo, Desiré Cordero, y que tuvo una gran afluencia de público puertorrealeño.
No toda ciudad puede presumir, año sí y año también, de tener a una diseñadora sobre las pasarelas del Salón Internacional de la Moda Flamenca (SIMOF) en Sevilla. Un evento al que acuden cada año los mejores diseñadores de moda flamenca a nivel nacional e internacional.
Hasta ahí ha llegado una de las puertorrealeñas más ilustres y conocidas, Carmen Vega. Pese a tener afincada su residencia en Ayamonte hace ya algunos años, Carmen Vega no deja de presumir de sus raíces puertorrealeñas. Tanto es así que hasta 3 autobuses con decenas de puertorrealeñas acudieron la pasada semana a su desfile en la capital hispalense.
Para esta temporada, Carmen Vega presentó su colección llamada «Madame, Madame», inspirada en el París del Siglo XIX. Un desfile donde se trasladó al espectador a la capital francesa de la altas sociedad. «Hemos querido hacer es un paseo por París, y lo que hemos hecho es trasladarlo a la pasarela», comentaba Vega a Puerto Real Hoy.
Colores sobrios, burdeos, camel, verde inglés, junto con encajes y terciopelo han sido alguna de las características que Vega ha empleado en sus diseños, además de flores y complementos que habían sido cedidos por Inés Escudero Rus y Antonio Moro para la ocasión.
Cinco meses de trabajo que se han visto recompensados en un desfile que abrió la Miss Universo 2014-2015, Desiré Cordero, y que ha tenido muchísima aceptación. «Estoy muy contenta, las críticas han sido buenas», señalaba la diseñadora puertorrealeña, quien también ha colaborado con un desfile benéfico para las mujeres de Senegal.
«Tengo en mente muchas ideas. Siempre me gusta llevar un tema, es como un teatro», afirmaba Carmen Vega sobre sus futuros proyectos, los cuales no ha desvelado. De momento, trajes de sus colecciones pueden encontrarse en Puerto Real en El Hogar de Pepa, en la Calle de La Palma.
FOTOS: Eduardo Pereiro