La playa de la Media Luneta aparece plagada de estos productos que, al contrario de lo que publicitan, no se deshacen tan fácilmente en el agua, atascan la red de saneamiento, dañan la maquinaria de la depuradora y por último, terminan en el mar.
Los restos que pueden verse en la foto, tomada en la playa urbana de la media luneta, corresponden a toallitas desechables que desde los hogares puertorrealeños se han arrojado por el inodoro. La teniente de alcalde de Medio Ambiente, María Merello, ha querido alertar a la población sobre esta práctica que resulta dañina para la red de alcantarillado y, como puede comprobarse, también para nuestro litoral.
En algunos de estos envases podemos ver que se indican como “desechables” por el inodoro y que son aptas para los desagües, pues se desintegran rápidamente al desecharlas y están etiquetadas como “biodegradables”.
Pero las toallitas húmedas, pese a lo que exprese en la etiqueta, no se degradan en el agua con la facilidad que lo hace la celulosa del papel higiénico. Así, a su paso por las bombas y filtros de retención, se deshilachan, se trenzan y acaban obstruyendo, atascando y dañando la red de saneamiento y la maquinaria de las estaciones de bombeo y la Depuradora. Al final, acaban vertiéndose al mar provocando estas lastimosas imágenes.
Detrás de este problema nos encontramos con los hábitos y prácticas cotidianas de la ciudadanía que en ocasiones puede usar el inodoro como si fuera el cubo de la basura, para deshacerse de cualquier residuo doméstico como, entre otros, aceites, bastoncillos, restos de comida, productos de higiene íntima, pinturas, productos químicos y, por supuesto, toallitas higiénicas.
Por eso el Ayuntamiento quiere realizar una llamada de atención a la ciudadanía para que evite esta práctica para prevenir averías innecesarias y conservar limpios nuestros mares.
FUENTE: Ayto. de Puerto Real