Un grupo de furtivos será juzgado próximamente en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puerto Real por unos hechos que tuvieron lugar en Marzo del 2020, cuando fueron sorprendidos pro la Guardia Civil y AGASA en una finca privada. Los mismos fueron sorprendidos con redes de gran tamaño que suelen ser usadas para la caza de ejemplares de perdiz. De hecho, en el interior del vehículo que fue interceptado por la Guardia Civil, se encontraron, además de la red, un foco con batería y tres ejemplares de perdiz vivos.
El propietario de la finca interpuso una denuncia que fue también interpuesta por la Fundación Artemisan, para la cual se ha logrado «un hecho sin precedentes, ya que, hasta la fecha, este tipo de actuaciones se solían resolver con la imposición de una multa, que en la mayoría de los casos los furtivos no abonaban por resultar insolventes».
Las denuncias y posteriores diligencias de la Guardia Civil han servido para que el Juzgado de 1ª Instancia de Puerto Real considere que dichos sucesos podrían ser constitutivos de un delito contra la fauna, acordando continuar la tramitación del procedimiento.
Daños contra la especie
Cabe señalar que una de las mayores preocupaciones de los propietarios de las fincas en Cádiz es el robo continuado de perdices por parte de grupos organizados. El procedimiento es siempre el mismo: entran en la finca por la noche y, utilizando métodos de caza prohibidos, capturan perdices vivas para su venta, destinada al reclamo o repoblación de otras fincas.
Esta situación provoca graves perjuicios al propietario de la finca, que ve como día a día disminuye el número de perdices. Además, estos hechos se producen, en la mayoría de las ocasiones, en el periodo de reproducción y crianza de las perdices, lo que conlleva la pérdida de nidos y, en consecuencia, la multiplicación de los daños.
FOTO: Archivo PRH