Los nervios están a flor de piel, sobre todo en las filas del PSOE de Puerto Real. Si bien, las encuestas que manejan desde el actual equipo de gobierno no son nada halagüeñas de cara a las próximas elecciones del 28 de Mayo. De hecho, tal es la magnitud y el nerviosismo de Elena Amaya y los suyos, que en las últimas horas protagonizaron un nuevo encontronazo con miembros de otra formación, en este caso de Adelante Andalucía Puerto Real.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
Así lo relata el propio Felipe Marín, Portavoz de Adelante Andalucía Puerto Real y miembro de la Plataforma Vecinal del Río San Pedro. Marín, residente en la Barriada del Río San Pedro, lo explicó lo ocurrido en una publicación en Redes Sociales.
PUBLICIDAD
Los hechos se iniciaron en la copistería de la barriada Río San Pedro donde Felipe Marín se encontraba haciendo unas fotocopias. En dicho establecimiento entró Elena Amaya, también con la intención de hacer fotocopias, y se produjo un primer encuentro, totalmente sorpresivo para ambos, en unos términos de cierta broma e ironía, ya que Marín mostró su sorpresa por ver a la alcaldesa en dicha barriada con la afirmación de »dichoso los ojos que te ven, ¿como tú por aquí en territorio comanche?».
Este comentario irónico de Marín viene dado porque desde hace muchos meses la Alcaldesa no aparece por el Río San Pedro, pese a las invitaciones expresas que desde los colectivos vecinales del barrio se le ha hecho en repetidas ocasiones.
Tanto es así, que Elena Amaya no acudió a ninguno de los 20 actos que durante la última semana de noviembre organizaron los colectivos del barrio por el 40 aniversario del Río San Pedro.
La conversación, que al principio fue con cierta retranca por Felipe y Elena, fue subiendo de tono por parte de la alcaldesa, la cual comenzó a dirigirse a Marín con su particular talante chulesco, tan típico de ella en no pocos Plenos municipales, vertiendo sobre Marín reproches, además de por su activismo vecinal, también por su actividad política como militante desde hace unos meses de ADELANTE ANDALUCÍA.
Tras subir la Alcaldesa el tono de la conversación y los decibelios de la misma, Felipe Marín opta por salir del establecimiento, pidiendo perdón incluso a la dependienta del mismo por el bochornoso espectáculo que se estaba aconteciendo.
Pero, lejos de dar por finalizada la discusión, Elene Amaya, que aún sacaba sus fotocopias, salía y entraba de la copistería para increpar más y más fuerte a Marín, que ya se defendía de las acusaciones de «embustero» por unas supuestas llamadas telefónicas que Felipe (se supone) recibió del Ayuntamiento por temas vecinales y que, según versión de Carmen Mesa, Felipe Marín no quiso atender, algo que él desmiente categóricamente.
A la actitud de la Alcaldesa, cada vez más fuera se si y con un tufo de matonismo típico de la extrema derecha, Felipe Marín se defendió desmientiendo estas acusaciones de no querer coger el teléfono del Ayuntamiento, ya que, insistimos, son totalmente falsas.
El tono de la discusión seguía subiendo, con una ola de descalificaciones que Amaya, muy sobre excitada, dirigía con mucha inquina sobre Marín y la Plataforma Vecinal.
Cierto es que en un primero momento los tres concejales quisieron calmar a la Alcaldesa, sabedores de su particular forma de gestionar cualquier discusión, pero finalmente optaron por ir ‘todos a una’, lo que aprovechó la Alcaldesa para golpear dialécticamente y a viva voz a Marín con acusaciones de «manipuladores», «embusteros» y «oportunistas», y alzando la voz el grito de «a mi no me gana nadie», que repitió de forma chulesca por dos veces.
Felipe Marín se defendió, subiendo, lógicamente, el tono de voz al verse rodeado por media corporación municipal y dos simpatizantes socialistas (que no intervinieron en la trifulca) con acusaciones infundadas a gritos y en plena calle V Centenario del Río San Pedro.
Felipe Marín, sin faltar nunca al respeto ni a concejales ni a la Alcaldesa, si la acusó de «barriobajera» y «chabacana», actitud que Elena Amaya lleva confirmando demasiadas veces en esta legislatura con la oposición política y en RRSS, donde, recordamos, ya invitó a los miles de gaditanos que tiene su residencia estable en Puerto Real a «marcharse para Cádiz por los dos puentes» si no se sentían puertorrealeños.
Tras esta discusión que duró unos 5 minutos, y con no pocos transeúntes y vecinos ya siendo testigos atónitos de tan lamentable discusión, Felipe Marín, demostrando su talante siempre conciliador, pidió perdón si molestó el tono irónico del inicio de sus palabras al ver a Elena Amaya en el barrio con la expresión «territorio comanche».
Se acaba la discusión.
Señalar que, aunque el tono con los concejales fue bronco, en ningún momento faltaron al respecto a Felipe Marín, ni él a los mismos.
La conclusión es que los puertorrealeños no nos merecemos una Alcaldesa tan chulesca y que práctica el matonismo con una falta de respeto a los ciudadanos típica de posturas políticas radicales.
Así mismo, recordar a la corporación municipal y la Alcaldesa que el derecho a la participación política viene recogida en la Constitución y no es patronio exclusivo del PSOE, el cual se ha nutrido desde hace más de 100 años de infinidad de activistas sindicales, sociales y vecinales.
Por lo tanto, rogamos que cesen los ataques a la Plataforma Vecinal Río San Pedro de estar politizada, cuando entre sus vecinos colaboradores hay gentes de otros partidos políticos, sindicatos y asociaciones sociales y ecologistas, así como vecinas y vecinos apolíticos.Plataforma Vecinal Río San Pedro / Felipe Marín
La polémica está servida en plena precampaña electoral, con el barrio del Río San Pedro en pie de guerra ante Amaya y sus continuos desplantes. Como se pueden ver en los comentarios de muchos de los vecinos.
