La apertura del tramo móvil que posee en su parte central el puente de la Constitución de 1812, que une sobre la Bahía gaditana los municipios de Cádiz y Puerto Real, supone una inversión de 2,5 millones e implica el dragado de la zona en la que se emplaza y dejar esta vía inutilizada durante dos días.
Así lo ha indicado, en una entrevista a EFE, el director de la obra del puente, el ingeniero Fernando Pedrazo, quien reconoce que la apertura de esta infraestructura, reclamada en su día por los astilleros de Navantia para permitir el paso de buques de gran calado, está prevista para «situaciones muy excepcionales».
«Sólo se abriría en el caso de que Navantia accediera al contrato de un buque que se salga de las dimensiones más extremas ya que el puente en sí ya permite el paso de buques de mucha envergadura», reconoce Pedrazo.
De hecho el segundo puente sobre la Bahía de Cádiz, por el que discurrirá la próxima semana la vuelta ciclista a España, tiene un gálibo de 69 metros por encima del nivel del mar lo que lo convierte en el segundo puente de sus características más alto del mundo tan sólo por detrás del Verrazano de Nueva York. La longitud que tiene entre sus pilares, de 540 metros, hacen del gaditano el puente con mayor luz del país y el tercero en Europa.
Para el director de la obra, el coste de la apertura, que tendría que realizarse mediante un proceso muy parecido al montaje, resulta «reducido en el contexto de una obra de esas características» en la que se han invertido 511 millones en sus más de siete años de construcción.
«No estamos hablando de algo que se vaya a hacer ni cada cuatro ni cada cinco años sino algo que se va a hacer dos o tres veces en la historia. Siempre hay muchas opciones antes de llegar a eso», admite el responsable de la obra.
Para abrir este coloso de hormigón es necesario recurrir a una barcaza y dragar la zona en la que se sitúa el tramo desmontable.
La operación de montaje, en el mes de enero, se vio dificultada por el fuerte viento de levante que azotaba esos días la Bahía lo que retrasaría aún más la restitución del tráfico rodado en la vía previsto, en un principio, en 48 horas.
De hecho, según afirma Pedrazo el levante ha condicionado mucho la fase de construcción y sigue condicionando los plazos ya que «impide trabajar en la mayoría de los tajos».
FUENTE: EFE
