La última jornada de la Feria del Libro de Puerto Real estuvo marcada por la inesperada presencia de un fuerte viento de levante, que obligó a trasladar todas las actividades al interior del Centro Cultural Rosa Butler. Este cambio de ubicación permitió que, a pesar de las inclemencias meteorológicas, la programación se llevara a cabo sin contratiempos, con tres actividades simultáneas, cada una con su público y esencia.
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El día comenzó con un taller de Haikus, poemas breves de origen japonés, dirigido por la poeta Inmaculada Calderón, quien también coordinó una tertulia poética en una de las salas del «Rosa Butler». Paralelamente, en el auditorio principal, Sara Mey presentó su novela «Canción de Otoño», abordando el impacto de las redes sociales y las nuevas tecnologías en la infancia y juventud.
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En otro espacio del centro cultural, se celebró una partida de rol denominada «Rol Negro», organizada por la librería Roleón de Cádiz, ofreciendo una experiencia inmersiva a los participantes.
El dibujante gaditano Fritz presentó su obra «Las criaturas de la tierra incierta. Espejismos de andar por casa», un compendio de historias que oscilan entre el humor, el surrealismo y el absurdo. La presentación, a cargo de Bruto Pomeroy y la Librería El Aprendiz de Puerto Real, capturó la atención del público.
Dos presentaciones de obras colectivas, ambas bajo el auspicio del Ateneo Republicano, añadieron profundidad al evento. «El futuro está en nuestras manos», una obra coordinada por Pedro Castilla y editada por «El Jardín de Judith», fue descrita como un manual urgente sobre conciencia y solidaridad. La segunda obra, «Histeria de Cádiz. Del Big Bang a la actualidad», contó con un elenco de autores gaditanos, ofreciendo una visión única sobre la historia y el futuro de la región.
A pesar del cierre forzado de las casetas debido al viento, la jornada culminó con la presentación de «La Babilonia 1580» por la reconocida escritora Susana Martín Gijón, poniendo el broche de oro a una edición que, bajo la coordinación de «Aconcagua. Proyectos culturales», ha reforzado su importancia en el verano cultural de la Bahía de Cádiz.
