Desde hace más de un año, Paco González busca solución para hacer una vida normal. Algo que no es posible porque González está en silla de ruedas y vive en la Calle Malagueñas, en unas viviendas a las que hay que acceder, sí o sí, mediante escaleras. Desde hace un año, González reclama una solución al Ayuntamiento de Puerto Real, sin que haya visto aún atisbo de la misma. Ahora, su hermano Manuel González amenaza con iniciar una huelga de hambre si no se actúa con celeridad.
«Mi hermano vive en la calle Malagueñas y se encuentra encerrado en su vivienda sin poder salir para hacer su vida normal por estar postrado para el resto de su vida en una silla de ruedas. Este problema viene por la diabetes que padece, pues le ha generado varios problemas. El más grave, la amputación de parte del pie izquierdo que le impide caminar», aseguraba Manuel González, hermano de Paco, en el Pleno Extraordinario pasado.
«Una simple visita al médico le impide salir de forma autónoma de su domicilio porque existen unas escaleras en la vía pública que no se lo permite si no es con ayuda. Yo, que soy su hermano, tengo que ayudarlo a bajar con muchas dificultades pero resulta casi imposible y también increíble que un ciudadano tenga que estar pasando por esto para poder salir de su casa por la falta de accesibilidad de la calle», añade.
«Esta situación me ha conducido a hablar con el Ayuntamiento desde hace más de un año y no llegar a nada hasta ahora. Con la señora Alcaldesa, Aurora Salvador, llevo hablando todos los meses y la respuesta siempre es la misma: que van a intentarlo y que a través de la empresa pública de suelo y vivienda (EPSUVI) hay unas ayudas de rehabilitación que en concurrencia competitiva pueden llegar a financiar hasta el 80% de la inversión», insiste.
«Para nosotros es inexplicable que una calle con nula accesibilidad tenga que ser arreglada con el dinero de los vecinos que ya pagamos impuestos, la solución debe pasar por adaptar la calle con una obra y no de otra manera, siendo financiada al 100% por el Ayuntamiento de Puerto Real», comenta.
Asimismo, se ha decidido a amenazar y anunciar «que si en el plazo de 15 días no hay una solución definitiva a nuestro problema iniciaré una huelga de hambre en el interior de la iglesia hasta que cumplan con mi hermano los derechos que le corresponden como ciudadano, que es sencillamente el libre acceso a salir a la calle de forma autónoma y no estar encerrado en su vivienda».
