Vicente Fernández, presidente del PP Puerto Real, ha calificado de «ofensivas y esperpénticas» las declaraciones de Ricardo Domínguez, presidente de Navantia, tras el anuncio de la compañía de la próxima construcción del BAM-IS en el astillero de la localidad.
«En primer lugar quiero reconocer el esfuerzo de la industria auxiliar de la Bahía de Cádiz y lo que suponen para el empleo de la comarca y en concreto de Puerto Real», ha comenzado Fernández. «En segundo lugar, reconozco la preparación de Ricardo Domínguez como ingeniero agrónomo, titulación obtenida por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y Montes de la Universidad de Córdoba, su conocimiento y experiencia dentro del mundo rural, por los cargos que ha tenido largamente en la Junta de Andalucía. Curiosamente, su primer cargo relacionado con la industria naval o sectores marítimos es de Presidente de Navantia. Esto puede explicar que diga que lamenta que deba venir gente de fuera para reparar cruceros, y pide al sector que reflexione para afrontar sus debilidades. Se olvida que tiene que empezar por reflexionar él».
Fernández señala que «las empresas auxiliares deben, como es lógico y moral, cumplir escrupulosamente todos los requisitos de derechos laborales que tienen sus trabajadores. Trabajadores de Puerto Real y la comarca que viven con sus familias. Las empresas estas que vienen a trabajar a territorio español, pregunto yo: ¿cumplen todas las normas que son de obligado cumplimiento por el ordenamiento jurídico español?. Por ejemplo, ¿cuánto cobran los trabajadores? Es normal que incluso muchos no llegan a pisar tierra andaluza, pues viven en hoteles flotantes, ¿qué condiciones tienen esos hoteles? ¿cuál es la solución? ¿bajar los salarios actuales a los trabajadores de aquí? Espero que no sugiera esto este técnico agrario. La diferencia salarial entre los trabajadores de España y la de los países africanos y asiáticos son abismales, que son los que vienen a estos hoteles flotantes y a trabajar, por los niveles de vida de ellos».
«Es verdad que la industria auxiliar, como todas en este mundo cambiante, debe saber adaptarse pero no a cualquier precio. Las empresas auxiliares de aquí, en su generalidad tiene buen prestigio por su buen hacer y profesionalidad, eso es un gran valor. Creo que es necesario crear una comisión permanente donde Navantia se reúna periódicamente para ir viendo las problemáticas y las posibilidades de mejoras en todos los extremos de la construcción naval que afecta a las empresas auxiliares. No es cuestión que el presidente de Navantía se reúna, sino equipos de técnicos de Navantia y de las empresas. No es cuestión de escuchar, sino de procesos de diálogo y de corresponsabilidad, para llegar a soluciones buenas para todos».
«Navantia debe aprender de otros países, de los contratos que firma con ellos donde, cuando se realiza una contratación, Navantia aporta diversas labores técnicas, pero la construcción se condiciona a que se realicen en astilleros de ellos. Podemos ver en la prensa como eso sucede en muchos de los nuevos contratos firmados en los últimos tiempos y se puede comprobar en las hemerotecas de los medios de comunicación, ¿por qué aquí Navantia no es más exigente en favor de las empresas de aquí, o sea del empleo?, ¿por qué en sus contratos no se establecen condiciones por las que las empresas de fuera les salgan beneficioso contratar empresas de aquí? Recuerdo que Navantía es una empresa controlada por el gobierno, de ahí se nombra su Presidente, que debería cuidar más lo que dice».
FUENTE: PP Puerto Real