Uno de los elementos articuladores de la cohesión humana es el mutuo conocimiento entre sociedades e individuos. Sólo el desarrollo de vehículos de interacción en el conocimiento de culturas diferentes, de ámbitos intelectuales, morales, y por qué no, ideológicos distintos de aquellos en los que nos desenvolvemos de modo cotidiano nos permite acceder a realidades diferentes de la nuestra y de esa forma completar los perfiles de nuestro conocimiento del Mundo.
En la actualidad, en la Era de las Comunicaciones, este conocimiento del Mundo se revela como algo verdaderamente imprescindible a la hora del desenvolvimiento cotidiano, diario si se quiere, de toda persona que aspira a ser ciudadano del mundo, y el acceso a la información es vital no sólo para la formación de los más jóvenes, sino de cara a la formación permanente del cuerpo general de la ciudadanía.
Uno de los medios más afortunados para que la gente pueda acercarse al Mundo y el Mundo pueda acercarse a los ciudadanos es sin lugar a dudas el del Turismo, en cuyo seno se producen millones de desplazamientos anuales, millones de desplazamientos de personas deseosas de conocer lugares, paisajes, culturas, elementos patrimoniales naturales y culturales, históricos, artísticos y monumentales movidas por la curiosidad, por las ganas de disfrutar y conocer, de atesorar experiencias desde el ámbito de la emoción, lo cual es enormemente positivo.
Desde este “plus sentimental”, podría decirse, el Turismo como actividad económica y profesional resulta ser una herramienta de capital relevancia no sólo con vistas a la satisfacción de una demanda y al disfrute de los turistas, sino que –bien gestionado y bien empleado- se revela como un utilísimo mecanismo de interacción, de conocimiento del medio, de sensibilización de la ciudadanía ante elementos culturales distintos a los propios, ante culturas diferentes a la que nos alberga desde nuestro nacimiento o en nuestro desenvolvimiento cotidiano.
La Carta Mundial de Turismo Sostenible, adoptada por unanimidad en la Sesión Plenaria de la Cumbre Mundial de Turismo Sostenible celebrada en Vitoria-Gasteiz entre los días 26 y 27 de noviembre de 2015 señala varios puntos esenciales en lo relativo a la naturaleza y la gestión de una actividad como es la del Turismo:
- El turismo desempeña un papel vital para avanzar hacia un planeta más pacífico, permitiendo abrir nuevas posibilidades para convertirlo en un instrumento de paz y tolerancia.
- El turismo bien gestionado puede ser un protagonista trascendental a la hora de preservar los tesoros actuales para las generaciones futuras, asegurando la protección y la integridad de nuestro patrimonio común, material e inmaterial.
- El turismo debe ser compatible con la conservación de la naturaleza y de la biodiversidad, ya que un medio ambiente sano constituye un recurso turístico fundamental y sirve para tomar conciencia del valor intrínseco de la naturaleza para todos.
- El turismo debe responder de forma activa y de manera urgente al cambio climático, en el marco evolutivo de las Naciones Unidas, reduciendo progresivamente sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para poder crecer de manera sostenible.
- El turismo puede contribuir a su propia resiliencia y a la recuperación económica mundial, mediante la aplicación de una estrategia de descarbonización, junto con la innovación en el uso de energía, los recursos, el transporte y los sistemas de comunicación.
- El turismo es una actividad transversal que puede contribuir a luchar contra la pobreza, proteger la naturaleza y el medio ambiente, y promover el desarrollo sostenible.
- El turismo debe utilizar los bienes y servicios locales de manera que pueda aumentar los vínculos con la comunidad y reducir al mínimo las fugas económicas, reconociendo la cohesión social y económica como principio fundamental del desarrollo del turismo sostenible.
- El turismo debe asegurar la implantación de patrones de consumo y producción sostenibles a lo largo de toda la cadena de servicios y actividades.
- El turismo es uno de los motores más prometedores de crecimiento para la economía mundial, especialmente en los países en desarrollo, y la clave para apoyar a los modelos emergentes en la transición hacia economías verdes.
- El turismo debe adoptar tecnologías y modos de gestión innovadores y apropiados para mejorar la eficiencia del uso de los recursos, en particular en el uso del agua y la energía.
- El turismo debe proporcionar soluciones innovadoras para ser más eficiente en el manejo de los recursos en el contexto de una economía circular, evitando la generación de residuos, aumentando la eficiencia y reduciendo el consumo y la contaminación.
- El turismo debe aprovechar las oportunidades que brindan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para construir el turismo inteligente, responsable y creativo del futuro.
- El turismo constituye una fuerza motriz del patrimonio cultural, las artes y las industrias culturales y creativas, de conformidad con las convenciones culturales de la UNESCO y sus directrices operacionales.Carta Mundial de Turismo Sostenible
Aunar voluntades, conjuntar esfuerzos, trabajar conjuntamente en pro del mutuo conocimiento, fomentar los intercambios humanos y culturales, es una labor imprescindible que en buena medida tiene que ver con la actividad turística, que es un excelente mecanismo de acción para que el Mundo esté compuesto por personas cada vez más sensibles, cada vez más empáticas, cada vez -queremos pensar- mejores.
En nuestro contexto, además, en el de nuestro horizonte cultural acaso más inmediato y profundo (el europeo e hispanoamericano), contamos con claves comunes que hacen que verdaderamente podamos hablar de comunidad histórica, cultural, patrimonial, identitaria. Una comunidad que pone de manifiesto que nuestra Historia es común, que participamos de una enorme riqueza cultural afín a todas las naciones que componen la comunidad hispanoamericana, por ejemplo, y que dicha realidad es una de nuestras mejores herramientas de cara la construcción de un futuro mejor en el que el Turismo, y especialmente el Turismo cultural, el Turismo experiencial, viene a ser un instrumento clave de acción y de interacción.
Pensar el Patrimonio cultural y natural desde unas claves económicas, que tengan que ver con la sostenibilidad, con la puesta en carga económica de dicho Patrimonio, con su funcionalidad social y económica es una necesidad tangible, algo a lo que seguimos renunciando pese a lo imprescindible de su formulación.
El Patrimonio Cultural y Natural, lo sabemos, es una industria no deslocalizable, que ofrece grandes potencialidades no sólo con vistas a la sostenibilidad de dichos bienes patrimoniales, sino también de cara a la generación de una actividad económica racional y sustentable que permita precisamente por todo ello dar forma a un modelo sostenible de gestión del Patrimonio Cultural y Natural (PCN), un modelo que guarde relación con los usos económicos racionales de dicho PCN y que permita generar un modelo económico acorde con un paradigma sostenible y ecológico, en el que la gestión, la puesta en valor, la conservación, la puesta en carga económica y el disfrute, junto a la socialización del conocimiento y la difusión de los valores del PCN vayan de la mano, aunando de este modo la iniciativa privada con la tutela pública de los bienes patrimoniales.
En Puerto Real estamos a tiempo de construir un nuevo modelo de gestión del PCN basado en el nuevo paradigma del Patrimonio, en la puesta en valor del mismo y en su puesta en carga económica, quizá precisamente porque no es demasiado lo que se ha hecho en este sentido hasta el momento presente; aunar impulso público, iniciativa privada, experiencia y conocimiento, con la necesaria evaluación de lo existente y de las potencialidades de lo que existe es, estamos convencidos de ello un buen modo de empezar a trabajar.
Y nunca será tarde si la dicha es, como estamos seguros de que efectivamente lo es, buena.