El pasado 29 de diciembre apareció el cuerpo sin vida de Mohamed Bouderbala en su celda de Archidona, en una cárcel utilizada temporalmente como Centro de Internamiento de Extranjeros.
En un espacio inacabado, y que probablemente no cumplía con los mínimos de habitabilidad. Recordar, que en Archidona hay problemas con la potabilidad del agua, incluso han tenido que recurrir a camiones cisternas para abastecer las necesidades de los habitantes. Y el centro no contaba con los permisos necesarios para usar la red municipal.
Un proceso de internamiento que ya había sido denunciado por algunas organizaciones, un suicidio difícil de explicar y la pronta decisión y acción de expulsión forzosa del resto de inmigrantes que pudiesen arrojar luz sobre estos acontecimientos. Todos los acontecimientos que rodean la muerte de Mohamed Bouderbala hacen visible y escandalosamente inhumano el trato que se da en nuestra tierra a la inmigración.
España, y especialmente Andalucía ha sido y es tierra de migrantes, no podemos quedarnos de brazos cruzados ni cerrar los ojos ante la injusticia y ver, cómo tratamos como delincuentes a quienes se han jugado la vida y han pasado calamidades sólo por llegar a nuestra tierra con la esperanza de una vida digna.
Andalucía, tierra de inmigrantes, no puede quedar indiferente.
FUENTE: Círculos de Silencio