Un año más, y ya van diez, la intercepción de la avenida República Argentina y República de El Salvador se llenó de pequeños y mayores deseosos de disfrutar de una de las más esperadas citas del año: la lluvia monstruosa de caramelos.
Durante cerca de diez intensos minutos, voluntarios disfrazados para la ocasión, lanzaron casi ciento cincuenta kilos de caramelos donados por vecinos y empresas como COASA, ACG, De Alba Sur, Pizzería el Paseo y Academia New Bridge.
Desde media hora antes de la cita, decenas y decenas de niños y niñas con atuendos de halloween para el tradicional «truco o trato», se daban cita con sus padres a la espera de un momento mágico.
«Venimos desde Cádiz y estamos preparados para hacernos con todos los caramelos posibles», comentaba Sara, de ocho años, ilusionada bajo el balcón que rezaba, esta vez usando símbolos de una famosa aplicación móvil: «X Lluvia de Caramelos».
Con puntualidad británica, y bajo una famosa cuenta atrás que siempre suele iniciar el público, la intensa y dulce lluvia de caramelos comenzó a caer para divertimento de casi un millar de personas que se arremolinaban con afán de atrapar el mayor número de chucherías posible.
«Como en años pasados, algunos padres que colaboran, han lanzado caramelos infiltrados entre el público para llegar a todos los lugares y que nadie se vaya sin premio», comentaba Javier Castro, uno de los organizadores.
Dos andanadas de confeti pusieron punto y final, bajo el sentido y caluroso aplauso de los niños y mayores asistentes a esta edición en la que, una vez más, la sonrisa de los más pequeños ha sido el mayor de los premios.
Tras el evento, y desde las 8 de la tarde, los asistentes pudieron desplazarse hasta los aledaños del Campo de fútbol para disfrutar de un terrorífico y apasionante «Barco Pirata del Terror».
FUENTE: Plataforma Vecinal Río San Pedro