La comunidad parroquial de la Iglesia de San Sebastián ha estado reivindicando de forma histórica una mejora que acaba de ser ejecutada por el actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Puerto Real.
La brigada de Infraestructura ha procedido en estos días a crear un acceso para uso de personas discapacitadas en el atrio de la Iglesia de San Sebastián. De este modo, y conectando con la rampa de acceso que existe por la calle de La Palma, a la altura de la capilla del “señor Chiquito”, las personas que accedan a los cultos eclesiásticos en sillas de rueda o apoyados en andadores lo podrán hacer mediante el uso de una franja a nivel que los conduce desde la rampa hasta la puerta de la nave lateral de la parroquia.
La ejecución de los trabajos se ha realizado de forma rápida y ha consistido en la eliminación del empedrado de mayor nivel para posteriormente rastrillear una capa de hormigón en el suelo de anchura suficiente para el cómodo tránsito de las personas discapacitadas.
Esta demanda había sido solicitada a anteriores equipos de Gobierno pero hasta la fecha no se había ejecutado. Fernando Boy, responsable del área de Infraestructura del Ayuntamiento de Puerto Real, ha indicado que para llevar a cabo esta actuación ha habido que solicitar los permisos preceptivos al obispado para que aún no siendo un terreno propio del Ayuntamiento poder dar respuesta a esa demanda existente.
“Hay que tener en cuenta que son muchas las personas mayores que transitaban por el empedrado del atrio hacia la iglesia y más de una vez hemos lamentado caídas y tropiezos. Era una actuación rápida y sencilla pero por diversos motivos no había sido ejecutada hasta la fecha. Hoy el acceso es una realidad gracias a la actuación del Ayuntamiento de Puerto Real y a los permisos que la autoridad eclesiástica nos ha brindado”, finaliza el delegado municipal.
FUENTE: Ayto. de Puerto Real.
La lectura de semejante nota informativa facilitada por el Ayuntamiento produce vergüenza propia y ajena, sobre todo cuando se comprueba in situ la «magnitud» de semejante churrete.
¡Que mal gusto, por favor!
Un espacio tan reducido como es el perímetro de la prioral, que se utiliza frecuentemente para actos sociales y religiosos merecía una intervención más respetuosa, menos improvisada y vulgar. La hormigonada «rastrillada» -rastrillear no existe para la RAE- es una chapuza más entre las que se pueden admirar en aquel entorno. Para darse más bombo el concejal podría haber dejado su huella en el hormigón fresco. Cartón del dos.