Un informe pericial encargado por la AMPA del Colegio Reggio de Puerto Real, en el que se detectó un foco de contaminación por amianto, insta a cambiar todos los tejados del centro por su estado y antigüedad, a pesar de que la Junta sólo se ha comprometido a sustituir dos de ellos este verano.
Según el informe, al que ha tenido acceso Efe, «la vida útil de las cubiertas de uralita ha finalizado», de ahí que concluya que la única salida posible es el desmontaje de todos los techos «cumpliendo con la normativa para la retirada de amianto».
La AMPA, que había contratado a este perito por considerar que la Junta no había analizado de forma exhaustiva todos los tejados, ha anunciado que llevará este documento al juzgado para que determine qué medidas debe tomar la Consejería de Educación, si se puede obligar legalmente a acometer la obra o si hay que actuar de manera preventiva para garantizar la salud de los niños.
Educación iniciará en agosto la sustitución de dos de los techos de uralita del centro, el de un cuarto de apero, en el que se detectó el foco de contaminación por amianto, y el del porche, por su mal estado, con el objetivo de que estos trabajos estén terminados antes del inicio del curso en septiembre.
El informe, elaborado por la empresa especializada Ayalto, ha determinado que los otros techos de uralita del centro (edificio principal, pasarela, pabellón y vivienda) también presentan deficiencias, que obligan a acometer trabajos similares.
En el edificio principal del colegio, que tiene más de cuatrocientos alumnos, detecta puntas oxidadas y zonas dañadas con grietas; en la pasarela, también hay grietas y partes dobladas; en el pabellón, hay multitud de entradas de luz, encuentros no sellados o deteriorados, pasantes de anclajes picados, manchas de humedad en falso techo y oxidación de anclajes metálicos.
El informe recuerda que la legislación española marca como duración de la vida útil de la uralita un plazo de entre 30 y 50 años, mientras que este colegio, según el catastro, data de 1957, con lo que ahora mismo tiene 59 años.
«Al haber superado su vida útil el material se encuentra deteriorado, siendo más sensible a erosión y desgaste, provocando una mayor propagación de esporas con amianto», dice el documento.
El informe concluye que cualquier tipo de reparación o mantenimiento supondría un riesgo añadido, porque «implica el tránsito de trabajadores sobre las cubiertas, con la consiguiente posibilidad de rotura de placas y liberación de fibras de amianto».
Tampoco aconseja otras soluciones que no sean la retirada de todos estos techos «por dudosa fiabilidad técnica», de ahí que concluya que «la única opción es el desmontaje y la retirada de la cubierta» de todos los tejados.
La presidenta del AMPA, María del Mar Falcón, avisa de que los niños no irán a clase hasta que no se tomen medidas que aseguren que existe «riesgo cero» para los alumnos y reclama que se estudien ya posibilidades como reubicarles en otros centros hasta que se acometan las obras necesarias.
FUENTE: EFE
