En esta semana se ha completado el derribo del puente que unía las zonas norte y sur de Puerto Real salvando la antigua vía del tren, hoy soterrada.
La alcaldesa de la ciudad, Maribel Peinado, pendiente del día a día de esta obra tan emblemática para la estructura urbanística de la localidad, ha mostrado su satisfacción por que “el compromiso de los plazos que este equipo de gobierno hizo con los puertorrealeños se está cumpliendo, y me alegro de que ya no tengan que sufrir las esperas y molestias causadas por la paralización de anteriores etapas”.
Todos los ciudadanos que han podido observar el transcurso de la obra pueden comprobar que no hay descanso en ella, y el adelanto en la urbanización de toda la franja de terreno ganada a la vía puede constatarse casi a diario, tanto en la calle Tierra, donde se preparan nuevos pasos peatonales y ya puede adivinarse el parque que sustituirá a las vías, como frente a la calle Abeto, en donde avanzan con celeridad los trabajos para el acerado y carril bici.
El mismo ritmo mantendrán hasta que pueda abrirse el tercer paso rodado a la altura de donde se encontraba el puente, que ha sido durante muchos años el único existente para los vehículos y, conjuntamente con el subterráneo a la altura de la estación, también el único peatonal.